La despenalización del aborto llega a Argentina por séptima vez
La práctica del aborto o el aborto inducido en el mundo es regulado por la ley, y va desde el libre acceso al procedimiento en servicios sanitarios gratuitos, hasta la penalización con años de cárcel para las mujeres que lo practiquen. Es decir, la práctica del aborto voluntario es vista como un derecho o como un crimen, en dependencia de la región o país.
En el caso que se debate en estos momentos en Argentina, esta es la séptima vez desde el 2005 que se lleva al Congreso una iniciativa de ley para despenalizar el aborto. En aquel año, el movimiento de mujeres en la Argentina lanzó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que plantea la libertad y la autonomía para decidir sobre el propio cuerpo. Y desde ese entonces, se presentó el proyecto en el Congreso 6 veces.
Este año es la séptima vez y a diferencia de los años anteriores, se espera que el proyecto prospere por la influencia de la demanda social y el apoyo de diversos actores políticos.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó, el viernes pasado, el proyecto para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, después de que el presidente Mauricio Macri diera luz verde a su debate. Y esta semana, se inició el debate
La iniciativa lleva la firma de 71 diputados de distinto signo político, con una clara mayoría de representantes de la izquierda y el kirchnerismo, pero también tiene con el respaldo de cinco de la oficialista Propuesta Republicana (Pro) y 14 de la Unión Cívica Radical (UCR).
Según planeta el proyecto establece, toda mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo en las primeras 14 semanas de gestación y, luego de ese plazo, respetar el derecho al aborto en aquellos casos de violación o cuando peligra la vida de la mujer, como lo establece el Código Penal vigente desde 1921. También se busca que sea legal si hay malformaciones fetales graves.
Pese a que esta es la séptima vez que se lleva la iniciativa al Congreso, hay una gran expectativa esta vez, porque en campaña el presidente Macri dijo que no impulsaría ningún proyecto sobre la interrupción del embarazo, pero hace poco dio libertad de conciencia a los legisladores de su partido, instándolos a abordar la despenalización.
Según encuestas publicadas por el Clarín, la mayoría de la población apoya la despenalización del aborto, mientras que es un promedio de 30 por ciento el que se opone a la reforma. Es en el interior del hemiciclo donde las posiciones están más divididas, pues cerca de la mitad de los diputados aún no tiene su posición decidida. Es a esos indecisos a quienes se dirigen los que pelean para inclinar la balanza a un lado u otro.
A la par del debate, las activistas organizan diversas marchas para demandar la aprobación de la iniciativa. De hecho, escritoras y actrices se pronunciaron en una carta a favor de la medida.
Según señala la misiva, piden que voten el proyecto de la Campaña Nacional porque están convencidas de que el aborto legal, unido a políticas públicas de educación, prevención y contención para evitarlo, convertirá al país en una sociedad más justa, moderna y definitivamente menos hipócrita.
Y es que, la prohibición del aborto no evita las interrupciones forma clandestina. Aunque no existen datos oficiales, se estima que cerca de medio millón de mujeres abortan cada año en ese país. Además, sí existen registros de las que deben ser hospitalizadas por complicaciones: 50 mil de las que el 43 por ciento son menores de 24 años. En el año 2016, 43 féminas fallecieron por este motivo, lo que lo ubica al aborto entre una de las principales causas de muerte materna.
