El Madrid da una lección de contundencia
Reza una antigua máxima del balompié, que no basta siempre sobre la cancha merecer la victoria, sino que además es necesario tener la capacidad de anotar cuando es preciso. El pasado miércoles algo así ocurrió en la magnífica cancha del Allianz Arena de Múnich, en la cual pese a tener el dominio total de partido durante casi la totalidad de los noventa minutos que este duró, el Bayern no pudo convertir su control en una ventaja pelpable, y terminó cayendo, por marcador de 2-1, contra un Real Madrid no tan brillante pero implacable, que de esa forma logró la victoria en la ida de semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA.
Hay una vieja máxima futbolera que sobre la cancha no siempre basta con merecer la victoria, sino que hay que además ser capaz de anotar cuando es preciso. El pasado miércoles en la magnífica grama del Allianz Arena de Múnich, en donde a pesar de tener el dominio total de partido durante casi todos los noventa minutos que duró, el Bayern echó por tierra su control y terminó cediendo por marcador de 2-1 contra un Real Madrid contundente, que así se hizo con la victoria en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA.
El choque comenzó con las mismas dosis de respeto que siempre demuestran este par de gigantes europeos. El Madrid lo hacía un tanto mejor, cuando de momento el colombiano James Rodríguez puso una pelota filtrada que tomó adelantado a Marcelo, lateral por izquierda. El resultado: Joshua Kimmich tomó el balón por la derecha del área madridista, y con trallazo extraordinario batió a Keylor Navas, quien tal vez concedió demasiado espacio para tal disparo.
En lo adelante, tocó al Madrid hacer un nuevo máster en “sufrimiento”, incluso cuando un puntal del esquema bávaro como el holandés Arjen Robben se lesionó temprano y luego otro “pretoriano” de Heynckes como Jerome Boateng también tuvo que salir por molestias.
A pesar de las bajas en el conjunto alemán, suplidas por las respectivas entreada en juego del mediapunta Thiago Alcántara y del central Niklas Sule, los locales pusieron en serios aprietos al once merengue, y si no anotaron el segundo fue porque Franck Ribèry controló mal una pelota en la frontal, cuando casi encaraba para batir al tico Navas.
Casi al final de la primera parte, cuando menos posibilidades parecía haber para los vigentes campeones de la Champions, un centro malintencionado de Carvajal fue “pescado” por Marcelo tras un leve rebote en el pie de Javi Martínez, y así el brasileño la puso con un zurdazo maravilloso en la cepa del palo derecho de Sven Ulreich y se “limpió” parcialmente del error en aquel gol de Kimmich.
Para el tiempo complementario, el técnico francés Zinedine Zidane decidió sustituir a Francisco “Isco” Alarcón, que estaba con molestias, y colocó en su lugar al joven a Marco Asensio, suplente estelar de ocasión, cuyos bríos y frescura darían luego un resultado de los mejores a los de la capital española.
El minuto 56’, una pérdida de Rafinha permitió al mallorquín —en combinación con su mejor “amigo” Lucas Vázquez— llegar solo contra Ulreich y anotar el segundo para los blancos, ante una multitud incrédula, que pocos minutos antes se relamía al pensar en la ventaja para los suyos, y luego tuvo que ser testigo de semejante lección de pegada futbolística.
Así, con el mismo método que usara Mohamed Alí contra Joe Frazier durante su pelea del 1 de octubre de 1975 —la célebre Thrilla in Manila—, el Madrid supo apretar los dientes y encajar varios golpes, justo para en el momento preciso soltarse y tomar ventaja definitiva en la pizarra. Claro que tampoco deberían confiarse, porque el Bayern todavía no está K.O.
En lo adelante tampoco habría tarea fácil para los de Chamartí, que se salvaron una y otra vez gracias a las enormes paradas del Navas y a alguno que otro fallo de los campeones de la Bundesliga. Tal vez no fue la noche de Cristiano, Bale o Benzema, pero sí la de otros protagonistas como Lucas, Marcelo o Sergio Ramos, capaces con su entrega y liderazgo de mantener al Real Madrid soñando con su tercera final consecutiva. La vuelta será la semana próxima en el Santiago Bernabéu, exactamente el martes 1 de mayo. Esperemos un gran partido.