Colombia: un reclamo permanente por la tierra
Desde distintos lugares de Colombia se han movilizado líderes sociales en reclamo de las tierras que debieron haber sido restituidas y también en demanda de la seguridad y protección prometidas ante las presiones que generan sobre los terrenos la minería y la agroindustria. Así lo manifestaron en Bogotá durante un encuentro entre las comunidades reclamantes, las entidades sociales que los acompañan en su solicitud y las instituciones gubernamentales responsables.
En la lista de obstáculos que frenan la restitución, los líderes campesinos, negros e indígenas han identificado asuntos como la demora en las respuestas a sus solicitudes, además de la necesidad de que se tenga en cuenta que si bien es preciso el terreno, luego es imprescindible el acceso a los recursos para desarrollar proyectos productivos. Así lo evaluaron los representantes de las regiones del Pacífico y el Caribe colombia no, quienes también mostraron su preocupación por la falta de enfoque de género en las políticas y procesos de restitución; y la ausencia de comunicación y articulación entre las agencias gubernamentales que intervienen.
Según reseña la agencia EFE, hasta la fecha se han resuelto más de 6 900 solicitudes de restitución de tierras, sin embargo esto es solo el 6 por ciento de las que se han radicado desde la entrada en vigor de la legislación pertinente en el año 2011. Sobre el por qué marcha tan lento el proceso la abogada del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), Alejandra Grillo, una de las asesoras de las comunidades reclamantes, considera que todo radica en que el Estado colombia no no tiene el monopolio ni en fuerza ni en institucionalidad en los lugares que toca restituir. Además, llamó la atención sobre un cambio de dinámica que hace aparecer nuevas formas de despojo y que avanza aceleradamente.
Grillo alerta que el despojo no tiene solo que ver con la propiedad de la tierra, sino que mientras la política está volcada en devolver la propiedad de los territorios a las comunidades, los grandes despojadores se mueven en otra dirección, pues tienen interés sobre el uso de los recursos naturales, no sobre su propiedad. Es por ello que una de las demandas centrales es que, además de la devolución de las tierras, se garantice el pleno uso de todos los recursos que hay en ellas.
