Tras la fortuna de Britney Spears
Britney Spears sigue cosechando éxitos en su carrera, su show de Las Vegas sigue sumando millones a su enorme cuenta de ahorros. Incluso ya hay quien quiere amasar parte de su fortuna. Se trata de su exesposo y padre de sus hijos Jayden y Sean Preston, el bailarín Kevin Federline.
Para los que nos impresionamos con cifras como 20 mil dólares pensar que eso es lo que recibe una persona al mes en concepto de pensión resulta un escándalo. Pues eso es precisamente lo que cobra el ex esposo de la princesa del pop, Britney Spears, por el concepto de manutención de los dos hijos que tienen en común, Sean Preston y Jayden. El bailarín ha alegado que eso no es suficiente para darle el nivel de vida que requieren sus hijos cuando están con él.
Resulta que Britney para nada es aquella atolondrada que parecía desmoronarse hace algunos años. Ahora se dedica enteramente a sus hijos y su carrera, y resulta que todo va para ella de maravilla. Actualmente ha logrado crear algo estable con su novio Sam Asghari con quien comparte su hogar junto a sus hijos. En el plano profesional ha alcanzado un éxito tremendo con su residencia en Las Vegas desde hace varios años y ahora que ya terminó se prepara para iniciar una gira mundial de la cual las entradas se han agotado en muchas ciudades.
Según ha publicado el canal de videos TMZ, Kevin Federline, quien fuera su esposo y es el padre de los pequeños ha decidido sacar partido a la situación. Al parecer su equipo de abogados estableció contacto con Jamie Spears, el padre de la cantante y encargado de todos sus asuntos legales, con el objetivo de solicitar un aumento de su pensión de manutención. Resulta que desde su divorcio con Britney, Fredline recibe la abrumadora cantidad de 20 mil dólares mensuales para encargase de sus hijos, pero alegó que eso no es suficiente para equiparar el nivel de vida que los pequeños tienen con Britney cuando pasan tiempo a su lado.
El padre de la popular intérprete solicito al equipo de abogados del bailarín un listado que contenga las necesidades especiales que debía cubrir pero ellos no cumplieron con ese requerimiento. Ante esa situación, como era de suponerse, la respuesta un rotundo “no”.
Todo un baldazo de agua para Fredline, que aparentemente no sabe que una vez separado el concepto de bienes gananciales deja de surtir efecto.
