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miércoles, 21 de marzo de 2018

Las “fake news” llegan más rápido que las verdaderas

Por EvelynR

El término "fake news", referido a las noticias falsas, se ha hecho popular en el mundo últimamente, pues hechos recientes han puesto en boga el hecho de que los medios y los propios usuarios de Internet manipulan información. Con el auge y nivel de expansión inmenso de plataformas como YouTube, Facebook y Twitter, estas mentiras, sobre todo si son políticas, se extienden de manera casi viral.

Esta situación motivó a un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, más conocido como MIT (por sus siglas en inglés), a interesarse por la propagación de los bulos en Internet. Según su trabajo, publicado en la revista Science, las informaciones falsas se difunden significativamente más lejos, rápido, y más profunda y ampliamente que las verdaderas en todas las categorías de información, y además, descubrieron que esos efectos fueron más pronunciados para noticias políticas falsas. Esto último se da muy por encima que otros ámbitos como el terrorismo, los desastres naturales, la ciencia o la información financiera.

Así concluyó quizás el estudio más importante sobre la difusión online de fake news, que firma el mismo jefe científico de Twitter, Deb Roy, con datos y financiación facilitados por esa red social.

En lo relativo a cifras, las informaciones falsas reciben un 70 por ciento más retuits que las veraces, lo que significa que los propios usuarios las comparten mucho más, ayudando a multiplicar su difusión. Del análisis de 126 mil afirmaciones difundidas en Twitter entre los años 2006 y 2017 los investigadores han descubierto que las mentiras triunfan también porque suelen provocar respuestas de temor, indignación y sorpresa.

Los investigadores se centraron en noticias que fueron contrastadas por plataformas de fact-checking, como Snopes y Politifact, para comparar el viaje que realiza por la red social Twitter una noticia falsa frente a otra comprobada como cierta. La difusión de falsedades se vio favorecida por su viralidad, mientras que a las noticias veraces les llevó 6 veces más tiempo alcanzar a 1 500 personas.

Por su parte, en lo relativo a las mentiras políticas, no solo se comparten más, sino que alcanzan a más de 20 mil personas, lo que es casi 3 veces más rápido de lo que tarda el resto de noticias falsas en llegar a 10 mil usuarios.

En cuanto a las características de los usuarios o perfiles que difunden estas noticias, los investigadores hallaron que quienes difunden las noticias falsa que llegan más lejos, no tienen cuentas importantes o muy seguidas, sino que por lo general tienen menos seguidores y personas a las que siguen, son menos activos y llevan menos tiempo en Twitter que quienes difunden afirmaciones veraces.

Por su parte, en cuanto a los bots, las cuentas fraudulentas automatizadas paras engañar o generar confusión, los investigadores concluyeron que los robots aceleraron al mismo ritmo la difusión de noticias verdaderas y falsas, por lo que se entiende que las noticias falsas se extienden más porque los humanos tienen más probabilidades de propagarlo.

En cuanto al porqué de esta replicación de noticias falsas el investigador ajeno al estudio, Walter Quattrociocchi, señala que en lo relativo al sesgo de confirmación, los usuarios adquieren información que se adhiere a su narrativa preferida, incluso si tienen afirmaciones falsas, e ignoran la información disidente.

Este trabajo y el apoyo de la red social Twitter van en sintonía con su propósito de enmienda manifestado recientemente, después de verse en el centro de la polémica por el uso de la plataforma para la manipulación política. Desde noviembre de 2016 se ha venido mostrando como Twitter y otras redes sociales, sirvieron para propagar desinformación, ideas extremistas y mensajes polarizadores, en algunos casos de manera deliberada para engañar a la población y manipular procesos electorales en Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y España.

De ahí que, luego de la presión recibida, Twitter aseguró que abriría sus puertas a la colaboración con expertos externos para trabajar con más transparencia. Algo que es totalmente opuesto a la actitud de otras plataformas como Facebook, gran generadora de noticias falsas y que no facilita información sobre ello.