La moda pierde una valiosa joya
Conocido por diseñar glamurosos vestidos para íconos de la moda como la actriz Audry Herpburn y la que fuera Primera Dama de Estados Unidos Jackie Kennedy, el fallecimiento del fundador en 1952 de la reconocida “Maison Givenchy” ha sacudido al mundo. Una pérdida irreparable para quienes admiraron su obra y siguieron su carrera.
El diseñador de 91 años dijo adiós al mundo en la madrugada del pasado sábado mientras dormía. Su trabajo al frente de Givenchy, considerada entre las firmas de moda más importantes e influyentes del mundo, marcó un hito en la historia de la industria de la moda.
Givenchy fue uno de los diseñadores pioneros en la incorporación del “Prêt-à-porter” en la alta costura, presentando en 1954 la primera colección que responde a ese concepto. El modisto francés, considerado una leyenda en la industria del diseño de alta costura siempre sostuvo la idea de que los vestidos debían acomodarse al cuerpo de las mujeres y no viceversa.
Uno de los elementos que más identificó a Hubert de Givenchy y sacó a relucir a nivel mundial sus elegantes creaciones fue el vestido negro que exhibiera Audry Herpburn en la reconocida cinta “Desayuno con diamantes”, del año 1961. Sus diseños evidencian el excelente gusto del modisto y las influencias de otros diseñadores como Cristóbal Balenciaga, a quien admiraba profundamente.
Por otro lado en la década de los setenta comenzó a incursionar en el diseño de ropa masculina con la colección Gentelman Givenchy y aunque en el año 1988 su marca fue vendida al grupo Louis Vuitton, continuó trabajando como director creativo, presentando sus colecciones de alta costura hasta 1995, cuando se retiró completamente de las pasarelas.
Huber Givenchy nació en 1927 en Beauvais, al noroeste de Paris. Pertenecía a una familia de aristócratas, por ejemplo su abuelo tenía una fábrica de tapices. A mediados de la década del cuarenta fue a vivir a Paris para cursar estudios en la École des Beaux-Arts, junto a modistos como Elsa Schiaparelli y Robert Piguet. Posteriormente continuó aprendiendo en los talleres de Jacques Fath, hasta que en 1952 abrió el primer taller parisino de la “Maison Givenchy”.
Las exequias del Monsieur De Givenchy fueron realizadas en condiciones de estricta intimidad a modo de respeto a sus familiares más allegados, fundamentalmente sus sobrinas y sobrinos.