Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 18 de marzo de 2018

La contaminación fluvial en Colombia

Por pratts23

Colombia es un país fluvial, con gran cantidad de ríos, quebradas, riachuelos y canales que atraviesan todo el país andino. Los hombres de campo utilizan la preciada sustancia liquida para regar sus cultivos y dar de beber a los animales, y los pescadores extraen de ella su sustento para la vida.

La industria, la agroindustria y la minería solo pueden funcionar cuando tienen el agua necesaria para ejercer la labor encomendada. Por lo menos, alrededor del 70 por ciento de la energía se produce a partir de ríos, que a su vez, recibe los desechos dañinos de las zonas urbanas, que en su mayoría no recibe tratamiento alguno.

En Colombia, una expedición de investigadores realizo un viaje por tres grandes ríos del territorio buscando mostrar la relación de los pobladores cercanos establecen con estos afluentes, las condiciones en que se hallan los mismos, sus potencialidades y las consecuencias negativas que trae seguir contaminándolos y agotando su biodiversidad. El río Magdalena la corriente de agua continua más importante de toda la región colombiana, el mismo es navegable y ostenta una longitud de 1 500 km hasta su desembocadura en el mar Caribe.

En el recorrido por el Bita, que es un pequeño río que se alimenta en la cuenca del Orinoco (la tercera mayor en América Latina), evidencia una abundancia de vida manifestado en ecosistemas arcaicos de eminente caudal. Pero estudios demuestran la gran debilidad que inviste ante las amenazas programadas por el desarrollo propasado, la subsistencia, las migraciones y la ignorancia de muchos de los habitantes de la zona. La expedición por el rio Bogotá el principal cauce fluvial de la sabana de Bogotá. No es navegable ni caudaloso. Desemboca en el Magdalena y en su cuenca viven unos 9.000.000 de personas, de los cuales 8.500.000 en Bogotá. Tiene una longitud aproximada de 380 km.

Pero también muestra el enorme desgaste proveniente de haberlo utilizado como una cloaca a lo largo de la historia y las gestiones eficaces para aplacar su deterioro e igualmente los recientes esfuerzos para resucitar un cauce que fuera venerado por los primeros indígenas. Por lo que aún queda largo camino por recorrer en el reajuste del sistema acuífero