Escaparatismo
El escaparate como tal es la ventana abierta al exterior de cualquier negocio y, por tanto, supone frecuentemente el primer contacto entre comerciante y cliente, es el espacio situado en la fachada de los establecimientos comerciales destinado a exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior. Se trata pues, como ya se ha estandarizado en los escritos sobre marketing de un vendedor silencioso, clave fundamental por tanto dentro de la comunicación comercial.
Existen diferentes tipos de escaparates todos y cada uno conllevan a diseños diferentes. El escaparate abierto es el que lleva a disponer la visión del interior del punto de venta, estos son una de las opciones preferidas para muchos de los establecimientos ya que permite contemplar el interior de la tienda desde afuera. Con estos escaparates se deben tener mayor cuidado ya que se ven desde el exterior y el interior.
El escaparate cerrado es el que tiene un fondo que no permite ver el interior del punto de venta y su decoración resulta ser interesante porque solo se puede llamar la atención del público, estos escaparates requieren una mayor planificación ya que necesita una mayor cantidad de productos y elementos para llenarlos, se podrán exhibir artículos de gran valor siempre y cuando la puerta esté protegida y los clientes no puedan tener acceso a ellos.
El escaparate prestigio: aquellos donde se intenta transmitir una imagen de diferenciación y elegancia resaltando la belleza de los artículos expuestos y creando un impacto visual que trata de resaltar el prestigioso establecimiento. El escaparate estacional se utiliza en determinadas épocas del año debido que se rigen por los estándares de la moda y deben motivar y atraer la compra en esa época ya que duran muy poco tiempo. Por último, tenemos el escaparate informativo encargado de dar a conocer nuevos productos y cambios de la tienda.
Hoy en día resulta difícil e incluso ilógico encontrar un comercio a pie de calle sin su correspondiente escaparate o, al menos, sin abrirse al exterior en la medida de lo posible. Desde unos orígenes en los que la importancia residía únicamente en el producto, actualmente el escaparate vende mucho más que un objeto existente físicamente. El escaparate debe formar parte de la estrategia del establecimiento, teniendo en cuenta su diseño y contenido, dependiendo del establecimiento se deberá tomar en consideración algunos factores para la realización de un escaparate, por esta razón serán distintas las estrategias creativas que se deberán tener en cuenta no solo el producto si no también lo que el área de mercadeo quiere que se visualice en este.
Uno de los elementos más importantes dentro de un escaparate es el color, recurso implementado para percibir la atención de los transeúntes y del público, para crear un ambiente determinado. La mayoría de las tiendas confían en el color para cambiar la imagen y el aspecto de un escaparate porque es el recurso más barato. Se puede incorporar el color siguiendo varios procedimientos; el más obvio es la pintura. La iluminación, las telas y el grafismo también pueden generar impacto.
La utilización de colores inadecuados puede afectar la acción de compra. Se debe entender los principios básicos del color y qué efecto puede producir en los consumidores, ya que estos pueden vender historias, emociones, personifican la esencia de la marca y de la tienda. La iluminación es también una parte esencial de cualquier entorno comercial, tanto si se utiliza para realzar un punto focal en el interior del establecimiento o para iluminar los expositores de manera que los clientes encuentren lo que buscan con facilidad. La iluminación es la que permite que el artículo o prenda se muestre al público de una forma que puede llegar a ser llamativa, ya sea por como se ve expuesta o de como resalta en medio de otras, por otro lado, si no llega a haber iluminación puede que el cliente no llegue o no vea el producto.
El Escaparatismo es una poderosa herramienta cuya finalidad es atraer clientes potenciales y vender. Aunque ha sido utilizada por los comerciantes desde el siglo XVIII, no fue hasta el surgimiento y auge de las grandes superficies durante el siglo XX cuando se convirtió en un método publicitario popular. A día de hoy y obligado por la competitividad comercial que existe, el Escaparatismo es cada vez más importante por lo que los establecimientos invierten recursos en la elaboración de escaparates originales. Consumidores y clientes están hoy más informados que nunca sobre las diferentes estrategias de marketing, por eso la creatividad es un factor imprescindible en su elaboración.