El codiciado petróleo de Angola
Angola vivió su mayor crecimiento económico desde el año 2007 hasta el 2014 como resultado del acelerado incremento de los precios del petróleo, los cuales se mantuvieron incluso por encima de los 100 dólares el barril. El denominado por muchos como oro negro, es el principal recurso y fuente de ingresos en la vida de los angoleños.
Esos ingresos multimillonarios se emplearon en la creación de grandes obras de infraestructuras, algunas de ellas en desuso o a medio hacer, entre ellas edificios de viviendas y oficinas completamente vacios, la mayoría de ellos se pueden apreciar en Luanda la capital angolana.
En el 2016 el gobierno de ese país emprendió un proyecto de diversificación de la economía de cinco a diez años, los necesarios para reducir el peso del crudo, que sostiene la mayoría de las importaciones, incluidas las facturas de alimentos y combustibles refinados. Las tres industrias que podrían cargar con el peso específico del llamado oro negro son la agricultura, minería y turismo.
No obstante, la agricultura angolana apenas alcanza para cubrir las necesidades de poco más de 28 millones de habitantes. Mientras que el turismo sostiene demasiadas dificultades de infraestructuras hoteleras y extrahotelera sumadas a la garrafal burocratización de los trámites para visados. La minería, por su parte, aunque es sabido que Angola cuenta con unos recursos minerales en abundancia es necesario un gasto en inversiones para ponerla a producir en demasía. Además el personal calificado para emprender las labores mineras es escaso.
E l Plan Nacional de Geología ( Planageo) es un paso importante en la ubicación y certificación de los yacimientos, pero no es suficiente con ello. La extracción de diamantes, la industria del sector más avanzada y la que sigue al petróleo en ingresos, apenas aporta a las arcas del Estado. En el 2017 solo aportó 1 102 millones de dólares por la venta de 9 438 000 quilates, pero el gobierno solo obtuvo 69 millones de dólares por concepto de impuesto industrial y las regalos pagados por las empresas mineras. Con ingentes desafíos y tiempo volverán a ser el motor de la economía angoleña, prometió Carlos Saturnino el presidente del consejo de administración de la Sociedad Nacional de Combustibles de Angola.
