¿Diremos adiós al chocolate?
Todos conocemos las historias del chocolate. Un verdadero regalo que los aztecas y otros pueblos indoamericanos le dieron al mundo y que hoy en día es uno de los alimentos más gustados y consumidos alrededor de todo el orbe. Pues la posibilidad de que el chocolate, que muchos disfrutan y otros utilizan en regalos, podría extinguirse en las próximas cuatro décadas preocupa considerablemente a consumidores y vendedores de todo el planeta.
Valorada en unos 98 mil millones de dólares anuales, la industria chocolatera está bajo una verdadera amenaza por factores como el calentamiento global y las frecuentes plagas. Aunque muchos creen que es una exageración, científicos de varias naciones trabajan en una solución ante lo que pudiera considerarse una real catástrofe, sobre todo para países como Suiza y Estados Unidos. De hecho, el país norteamericano constituye un impresionante 20 por ciento del consumo mundial de ese apetecible producto.
Un informe del Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad norteamericana de California pronosticó que el cambio climático reducirá de manera significativa las tierras para el cultivo del cacao en las próximas décadas. La amenaza incluye también a los insectos y los hongos, según confirmó el reporte científico.
En este panorama, un importante grupo de expertos de dicho instituto experimenta con la manipulación genética para hacer que las semillas de cacao sean más resistentes. Por otra parte, la Universidad de Arizona declaró que tiene un equipo trabajando en una prueba molecular para intentar detectar signos de infección en las plantaciones del fruto.
La agencia Bloomberg también estimó para este año 2018 un aumento del suministro de granos a 97 mil 500 toneladas. Sin embargo, la Organización Internacional del Cacao se mantiene registrando cifras que varían entre excedentes y déficit de oferta en los últimas dos décadas.
El precio del producto ha disminuido considerablemente y los productores son los más afectados con esta situación si se tiene en cuenta que la mayoría de la producción proviene de países pobres como Costa de Marfil y Ghana, quienes son los responsables de más de la mitad de la cosecha en el orbe.
Una investigación realizada al respecto sobre el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático señaló que ambas naciones perderán cantidades bastante significativas de áreas adecuadas para el cultivo. A esto se suma que el cultivo del cacao es sumamente complicado y requiere de mucho esfuerzo pues las vainas no maduran todas al mismo tiempo y por lo tanto los árboles deben ser monitoreados de manera constante.
Según la ONG Make Chocolate Fair, el árbol del cacao da fruto todo el año y se necesita toda la cosecha que puede dar un árbol para fabricar medio kilogramo de ese rubro, por lo cual los jóvenes agricultores se dediquen a otros cultivos que les aporten mayores dividendos.