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miércoles, 14 de febrero de 2018

Una estrella Queen en Rio

Por mestiza93

Pabllo Vittar, conocida superestrella drag queen, es una de las figuras más brillantes este año en el Carnaval de Río de Janiero. En el segundo día de desfiles del “Sambódromo”, Vittar se ha colocado en la mira de los participantes, que este año han asistido a la campaña de concienciación promovida por las autoridades a fin de criticar la ola conservadora y la corrupción en Brasil, la locomotora verde-amarelo que se ha paralizado en los últimos años.

Con la misma tónica reivindicativa que las presentaciones iniciales, en esta, la larga melena rubia de la despampanante intérprete se levantó junto a la bandera multicolor contra la intolerancia LGBTQI durante el desfile de Beija-Flor. Ella dijo estar realmente emocionada, ya que ama mucho el Sambódromo, que forma parte de su infancia.

Así que la madrugada del domingo, al entrar en uno de los camarotes VIP del Sambódromo, confirmó estar realizando un sueño, a sus 23 años. Entre bailes sensuales, lentejuelas y plumas, el reconocido por algunos como mayor espectáculo de la Tierra, trajo notables dosis de crítica sociopolítica a lo largo de la noche de debut. Michel Temer, actual presidente archiconservador e inconstitucional, apareció representado por Paraiso de Tuiuti como un vampiro corrupto.

Por su parte, Mangueira, entre las escuelas más tradicionales, proyectó varios dardos simbólicos contra Marcelo Crivella, alcalde evangélico de Rio a quien se acusa de querer “aguar la fiesta” por sus convicciones religiosas, al calificarla como celebración de excesos. De ahí que el exobispo redujera las subvenciones para el desfile a la mitad, con la justificación de que la ciudad afronta una severa crisis financiera. Claro, ello no le impidió irse a Europa de viaje oficial o ningunear el famoso espectáculo por segundo año consecutivo, lo cual lo ha convertido automáticamente en el primer edil que falta a la cita, desde la inauguración de la pasarela en 1984. En uno de sus carros fantasiosos y representativos del carnaval, alguien le espetó a Crivella, puesto como un espantapájaros, que pecado es, eso sí, no divertirse en Carnaval. El alcalde espantapájaros llevaba ataviada una soga al cuello, simulando un judas, muñeco de trapo al cual hostigan en algunas fiestas populares durante Semana Santa.

Esto demuestra que, coincidiendo con la opinión popular, se necesita de fantasías como estas para liberar tensiones y liberarse, como si durante el Carnaval todos fueran inyectados con anestesia. Así lo definió Marcio de Castro, fisioterapeuta de 53 años, en tanto se alistaba para desfilar con Sao Clemente.