Rubén Darío, a 102 años de su eterno adiós
Nicaragua se rindió a los pies de su eterno bardo, Rubén Darío. El Príncipe de las Letras Castellanas cumplió este martes 6 de febrero el 102 aniversario de su tránsito a la inmortalidad y el país centroamericano no dejó pasar la fecha por inadvertida. Disímiles actividades fueron organizadas para honrar a uno de los grandes de la literatura mundial.
Su prosa diáfana y profunda hizo que los especialistas lo consideraran el padre del modernismo en Iberoamérica. Obras suyas como "Azul" (1888) y "Prosas Profanas" (1896) pasaron a la posteridad y hoy resultan material de estudio. Por eso y mucho más, niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad se reunieron en los 153 municipios de la nación para protagonizar una jornada Dariana gigantesca y recodar la vida y obra del autor de textos como Cantos de Vida y Esperanza.
La Alcaldía de Managua festejó en la Casa Museo en el Paseo Xolotlán a través del Festival “El Canto del Cisne Azul”; el municipio de Nandaime organizó una actividad que contó con la asistencia de musas darianas, artistas nacionales y coros de niños, así como exclamaciones de poemas de Rubén Darío.
El programa, además, proseguirá en los próximos días, porque el Ministerio de Educación recibió instrucciones del Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, y de la Vicepresidenta, Compañera Rosario Murillo, de celebrar diariamente al bardo nica en los centros educativos de cada uno de los departamentos.
Darío, quien nació el 18 de enero de 1867, nos dejó en 1916, a los 49 años de edad, en la ciudad nicaragüense de León, ubicada a 90 kilómetros al noroeste de la capital Managua. León recibió esta vez música instrumental, ofrendas florales y actos con guardias de honor para honrar al maestro.
Su corta de vida no fue impedimento para brillar y tuvo tiempo para legar una prolífera labor literaria que le aseguró el título de príncipe de las letras castellanas. Su adiós sin regreso fue recordado en varios naciones del mundo, algo que viene a ratificar su importancia cultural tanto dentro como fuera del territorio pinolero.
Rubén Darío está más vivo que nunca. A pesar del paso de los años sigue junto a nosotros y sus palabras cobran mayor importancia conforma van pasando los segundos.