Los educadores colombianos van al paro
El pasado miércoles 21 de febrero de 2018 la Federación Colombiana Trabajadores de la Educación (Fecode) convocó un paro nacional por 24 horas ya que los educadores aseguran que el gobierno de Juan Manuel Santos ha incumplido con los acuerdos pactados el pasado año. Carlos Rivas, presidente de esta organización, expone cada uno de los acuerdos y lo provechoso que sería para los educadores colombianos que se consumara este convenio. Igualmente respalda la idea de que la educación sería un derecho fundamental no un servicio público como lo quiere confundir el gobierno. El pueblo colombiano tiene derecho a adquirir una cultura general y no debe existir impedimento para ello.
Desde comienzos del año escolar hubo una amenaza de paro por parte de los maestros. La razón fundamental de esta convocatoria además del incumplimiento de los acuerdos es defender los tres derechos primordiales: la salud, la educación y el trabajo. En el sector de la salud, según ley del año 1989, expone acuerdos especiales para los docentes, sin embargo a los maestros se les niegan los servicios y existe un alto número de áreas en el país sin cobertura para la atención, resultando imposible acordar encuentros con los doctores especialistas. Este acuerdo primeramente debe exigir un servicio de buena calidad, facilitar la agilización del mismo, así como realizar continuas auditorias más extremas para los médicos.
En el sector de la educación existe un descontento tanto del personal como de los estudiantes, unos cansados de trabajar bajo normativas que no responden a sus intereses y otros afectados por la falta de docentes, lo que restringe su rendimiento educacional causándole inconvenientes para terminar el curso escolar con éxito, la continua aparición de regulaciones en las cuales el gobierno ha expedido decretos inconsultos provocando la inestabilidad laboral. Dentro de estos planes estaba el decreto 2105 para proveer alimentos a las instituciones, sin embargo actualmente es una problemática que no se ha erradicado en varios planteles escolares viéndose afectados por la falta de alimentos. Cuando supuestamente fue una medida dirigida a varios centros de diferentes departamentos del país como acuerdo concretado en los convenios en aras de mejorar la infraestructura y alimentación para los colegios de jornada única.
Por otra parte vuelve a sugerirse la llamada Prueba de Evaluación a los Maestros, unos de métodos que se realizaba hace años para medir el rendimiento del personal propuesto para la educación, donde solo aprueba el 20%. Esta vez, el Fecode exige que se mantenga la Evaluación Diagnóstico Formativa que medía a los maestros anualmente en sus horas clases, contando con un 98% de apruebo. Una prueba escrita no es el método para evaluar cómo el maestro se comporta frente a un aula llena de estudiantes. Por qué tener que volver a plantear un tema que ya una vez quedó aprobado demostrándose el fracaso de la prueba escrita cada dos o tres años. Asimismo exigen que sean pagadas las deudas con la infraestructura, construcción de escenarios deportivos, laboratorios y teatros que también ayuden a elevar la calidad educacional de las instituciones y de los maestros que la llevan a cabo.
Con otro punto de vista la Ministra de Educación Yaneth Giha subraya que no existe justificación alguna para la convocatoria de paro por 24 horas, su criterio se basa en que el Fecode conoce que tras el paro de 37 días de junio del 2017 se firmó un acuerdo que contemplaba la instalación de una mesa de discusión para elevar los recursos educacionales en un plazo de 10 años, nivel salarial para los maestros y una bonificación de un 6% para el 2018. Como respuesta, el Fecode afirma que la convocatoria a paro nacional del pasado miércoles se debió a que la reunión efectuada el 7 de febrero con la Ministra de Educación a puertas cerradas para evaluar y concretar los 24 acuerdos establecidos, no obtuvo respuestas concretas.
La nueva propuesta de diálogo abierto para tratar los temas que le dieron surgimiento a la inconformidad de los 200 000 maestros en paro, es casi obsoleta. Si bien, la solución no está en detener el proceso educacional de los estudiantes, tampoco consiste en establecer conversaciones que conlleven a acuerdos mutuos que dejen de cumplirse luego de pasado un tiempo. Parece una herramienta para apaciguar a las masas y evitar escándalos, pero no una verdadera intención de solucionar la problemática actual de la educación.