Un mes de prisión y una candidatura en marcha
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva cumplió este lunes 7 de mayo su primer mes de cárcel como preso político en una celda de aislamiento habilitada en la sede de la Policía Federal de Curitiba. A pesar de eso asegura rotundamente desde su celda que es "candidatísimo" a las venideras elecciones presidenciales que se celebrarán en Brasil.
Durante su primer mes de cautiverio, el ex primer mandatario ha sido privado por la jueza federal de Paraná, Carolina Lebbos, de recibir el Premio Nobel de la Paz por parte de Adolfo Pérez Esquivel, quien solicitó hacerle una visita de carácter humanitario y de asistencia religiosa.
La magistrada Lebbos negó otras veinticinco solicitudes para visitar a Lula, incluida la presentada por la depuesta presidencia constitucional, Dilma Rousseff, y también prohibió a una comisión externa de la Cámara de Diputados inspeccionar las condiciones en que cumple condena el ex dignatario, en franca violación de la Constitución de la República. Realmente se está dando un trato despectivo y claramente exagerado teniendo en cuenta que se trata de un ex mandatario brasileño condenado prácticamente sin pruebas reales.
Sin embargo el teólogo Leonardo Boff, logró conversar con Lula este lunes, quien le solicitó que le transmitiese un mensaje contundente a la prensa. "Lula alertó que sólo renuncia a la candidatura el día en que (Sergio) Moro (el juez que lo condenó) presente una única prueba de que es dueño del apartamento; que mientras no haya pruebas sigue siendo candidato porque quiere volver a gobernar para favorecer a los pobres", explica Boff citado por el diario El País.
El ex mandatario se encuentra cumpliendo de doce años de prisión por corrupción, lavado de dinero y otros cargos y de acuerdo a una ley que inhabilita electoralmente a condenados en segunda instancia no podría presentarse a las elecciones. Sin embargo, el Partido de los Trabajadores planea inscribir la candidatura de Lula en agosto.
De acuerdo a lo contado por Boff, Lula no considera esto como un reto y asegura que de vencer las elecciones, continuará con ‘’las políticas para favorecer a los más pobres (de sus dos mandatos)", convirtiéndolas "en políticas de Estado", de acuerdo a lo relatado por el teólogo.
