El vino tiene un sentido en la dieta
Mucho se ha hablado acerca de los beneficios de tomar una copa de vino al día en las cenas, pues previene accidentes cardiovasculares, pero difícilmente se ha asociado esta bebida a beneficios con respecto a la pérdida de peso. Sí, una copa al día al finalizar una comida o antes de irte a dormir ayuda a esto, a diferencia de otras bebidas como la cerveza.
El vino tinto está compuesto de piceatannol, que ayuda a perder peso, según descubrieron científicos de la Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos. Ese compuesto ayuda a que las células grasas no se sigan formando y reduce las existentes, lo que ha ayudado a abrir una nueva brecha en el estudio sobre la obesidad. Lo cierto entonces es que se trata de uno de los alimentos más efectivos para bajar de peso.
El vino provoca una sensación de saciedad que evita que comas de más, de ahí que si eres de los que acostumbra a cenar abundantemente e irse a dormir, puedes sustituir este mal hábito por tomar una copa de vino antes de irte la cama, luego de haber cenado 2 horas antes, así evitarás también levantarte en la noche en busca de más alimento. Pero ten en cuenta que lo recomendable es no tomar más de dos copas de vino en las noches.
Otro consejo es acompañar las carnes rojas o quesos con vino tinto para facilitar la digestión y que haya mejor absorción de los nutrientes. El vino es un excelente digestivo, por lo que ayuda a que no se acumulen las grasas y el colesterol.
Para que tengas una idea de a lo que nos referimos, una copa de vino blanco tiene 125 calorías y una de tinto tiene 135, mientras que una rebanada de pastel posee 235 calorías.
Es por ello que una dieta que incluya vino con moderación puede ser muy beneficiosa para el organismo. Pero no olvides la importancia de consultar a un nutriólogo individualmente para determinar los alimentos que debes abandonar y los que debes conservar.
