La euforia colombiana es peligrosa
Los motivos de aumentar la seguridad en varias localidades colombianas no se deben, como en otras ocasiones, al incremento de la violencia o la guerra entre bandas criminales, sino a la euforia provocada por el más universal de los deportes. Y es que Colombia hasta la fecha en la que se escribe este artículo continúa en el Mundial.
El pasado 28 de junio muere un motociclista en el Valle de Cuca en medio de las celebraciones del triunfo de la selección colombiana en su partido contra el equipo senegalés. Es por ello que para este partido las autoridades decidieron reforzar la seguridad en las calles con el objetivo evitar situaciones trágicas como esta y otros disturbios que se puedan presentar. El subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, el coronel Fabián Ospina, asegura que para esta tarea 1 300 hombres se desplegaran en unos 76 puntos de la ciudad, lugares donde existe un mayor flujo de público. Establecimientos donde los aficionados se reúnen a disfrutar de los partidos y aupar a la selección, a la par que consumen significativas cantidades de alcohol.
Por ello, la Secretaría de Movilidad ha comunicado que realizará controles de alcoholemia y documentación de vehículos, especialmente en las áreas más concurridas como Andrés Sanín, Calipso, Paso del Comercio, la Calle 5 y la Avenida Sexta. El secretario de seguridad de Cali, asegura que aunque no habrá Ley Seca para este partido igualmente se debe tomar con precaución ya que las autoridades estarán atentas a cualquier disturbio.
Sin embargo en Jamundí, si habrá ley seca hasta las seis de la tarde. Así que si Colombia resulta ganadora, no podrán celebrar hasta terminado ese horario. Por otro lado en Buga, la Alcaldía ha prohibido la conformación de caravanas ni desfiles de ningún tipo por parte de vehículos automotores, de tracción animal o impulso humano. Prohíben además el uso y comercialización de la pólvora, material con el que se produce dispositivos detonantes. Igualmente l gobierno Local de Tuluá ha determinado ejecutar medidas especiales que posibiliten aminorar este tipo de situaciones, en las cuales, en su mayoría, participan menores de edad junto a otras personas que no tienen su poder la documentación correspondiente.
