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martes, 10 de julio de 2018

Cuatro verdugos a semifinales

Por Aliet Arzola

Muy pocas casas de apuestas visualizaron la posibilidad de que Bélgica y Croacia definieran la final de la Copa del Mundo de Rusia 2018, y esa es hoy una opción que perfectamente podremos vivir el venidero fin de semana, cuando llegue la hora cero del Mundial. Pero antes de vivir ese momento único que se espera con ansias cada cuatro años, hay que pasar por semifinales, ese partido al que todos quieren llegar y al que todos temen, porque perder significa quedar a las puertas de la materialización de un sueño, a solo un paso de discutir la corona que todos anhelan.

Si bien mencionamos a Croacia y a Bélgica como finalistas inesperados del Mundial, debemos aclarar que la mayoría de los pronósticos ubican en dicha instancia a Francia e Inglaterra, los dos campeones que quedan con vida en Rusia. Sin embargo, la idea de que belgas y croatas definan el título del orbe es muy divertida, pues nos colocaría ante un panorama en el que un nuevo país pasaría a engrosar la exclusiva lista de monarcas desde el inicio de la Copa en 1930. En la primera semifinal, Bélgica medirá el poderío de los franceses y su propia inspiración, en este instante por las nubes tras eliminar a Brasil en cuartos.

Sin dudas, parece el partido el Mundial, el partido que detendrá a todo el planeta, teniendo en cuenta el enorme talento que se reúne en las dos nóminas. Francia parte con el favoritismo por su espectacular línea medular, blindada con Kanté y Pogba, quien cada día puede estar a punto de explotar todas sus cualidades de una vez. A eso debemos sumar una defensa rápida con Pavard, Lucas Hernández y Varane como principales referentes, mientras Umtiti es el guerrero que apaga todos los fuegos. Como es lógico, muchos focos se dedicarán a perseguir las vertiginosas carreras de Mbappé o los toques sutiles de Griezmman, hombres de gran potencial que, si fallan, encontrarán recambios de garantías en el banquillo.

Bélgica, por su parte, tendrá que apelar a su más fino rendimiento, sobre todo ahora que no contarán con Thomas Meunier, el carrilero que ha dado profundidad y seguridad defensiva por la banda derecha durante todo el Mundial. El jugador del PSG ha sido fundamental en el planteamiento de Roberto Martínez, quien ha depositado en el lateral toda la confianza para que se mueve libremente por el sector derecho. No hay un sustituto claro en el puesto de Meunier, aunque se presume que Chadli será el recambio, con la vuelta al once titular de Carrasco o Dries Mertens. Está claro que los belgas para ganar necesitan de la asociación Hazard-De Bruyne-Lukaku, tridente que si conecta puede taladrar la portería de Hugo Lloris.

En el otro duelo semifinal Inglaterra pondrá a prueba la resistencia de Croacia, que ha jugado dos alargues consecutivos, en los cuales no pudieron definir a su favor pese a tener las oportunidades. Contra Dinamarca, en octavos, Luka Modric falló un penal que hubiera sido la sentencia, mientras frente a Rusia en cuartos dejaron escapar la ventaja mínima y se jugaron todo en la lotería desde los once pasos. En la definición por penales se han apoyado en los cobros perfectos de Ivan Rakitic y en el muro levantado por Subosic, un portero de mucho alcance que ha lucido inmenso en la custodia de su meta. Con más de 360 minutos acumulados en cuestión de una semana, está por ver si el rendimiento de Modric, Mandzukic, Rakitic, Lovren, Vida y compañía será el mismo contra los ingleses, duelo en el que muy probablemente no salte al campo el lateral derecho Šime Vrsaljko (esguince en la rodilla derecha).

Inglaterra, en tanto, va en tromba por avanzar a la segunda final de su historia, luego de aquella que ganaron como anfitriones en 1966. Hasta ahora el conjunto de los Tres Leones ha dejado una grata imagen para la mayoría de los aficionados, pero la realidad es que tampoco han mostrado un juego brillante. Su estilo se basa en la velocidad y la fortaleza en los duelos aéreos, dos variantes que explotan hasta la saciedad. Por el momento les ha dado resultados y gracias a ello son favoritos en el pleito con Croacia, aunque sigue la duda respecto a qué tanto le puede pasar factura al equipo el hecho de que varios hombres estén fuera de su posición. Gareth Southgate, el técnico inglés, ha innovado bastante, en particular con los casos de Sterling y Delle Ali. El primero lo ha ubicado en el área cuando su entorno ideal es la banda para correr y desbordar, mientras el segundo se ahoga en la medular, lejos de su zona de influencia como segunda punta por detrás de Harry Kane, su compañero en el Tottenham. Pero las victorias han silenciado estos movimientos polémicos de Southgate, quien, eso sí, ha sabido impregnarle al equipo mucho carácter y voluntad para correr y pelear los partidos.