Jorge Alfaro busca afianzarse en MLB
Esperar una campaña sin tanto relieve de jugadores como Jorge Alfaro (Phillies de Philadelphia), Tayron Guerrero (Marlins de Miami) o Giovanni Urshela (Toronto Blue Jays) era una predicción lógica al inicio de las Ligas Mayores de béisbol en Estados Unidos. En cambio, existían más expectativas entorno a lo que podrían aportar los dos mejores colombianos de los últimos años en MLB, los lanzadores José Quintana (Chicago Cubs) y Julio Teherán (Bravos de Atlanta), dos brazos jóvenes con gran potencial.
Pero a esta altura de la temporada, casi al límite del Juego de las Estrellas, estos hombres no han dejado números relevantes, pero, por ejemplo, Alfaro, ha logrado sostenerse como titular en una notable cantidad de encuentros. Receptor promedio detrás del plato y con un bate no muy poderos, el chico, natural de Tolu Sucre, aspira a continuar en ascenso y margen tiene para ello, pues acaba de cumplir 25 años. El máscara era un prospecto de los Rangers de Texas, organización en la que estuvo desde el 2010 hasta el 2015, cuando fue canjeado a los Phillies junto a otro paquete de jugadores por el estelar zurdo Cole Hamels. Tres campañas después de aquel cambio, ya Alfaro ha logrado en este 2018 participar en más partidos de primer nivel que en el resto de su carrera en las Mayores.
Para los estándares de las estrellas, Alfaro está por debajo, y su nombre no resuena tanto como el de Yadier Molina, Buster Posey o Yasmani Grandal, receptores de gran calibre en la Liga Nacional de MLB. Sin embargo, en los Phillies, un equipo que poco a poco va retomando planos estelares tras un complejo proceso de reconstrucción (iniciado probablemente cuando el plantel decidió deshacerse de Hamels hace tres años), Jorge ha puesto números decentes. Por ejemplo, ha capturado al 29.7% de los corredores que le han salido al robo, promedio aceptable si tenemos en cuenta el nivel de acierto superlativo de los robadores en el circuito. En cambio, se le señalan varias dificultades en la recepción y enmarque de pitcheos (tiene siete passed balls), detalles que necesita solucionar a mediano plazo, sobre todo cuando Philadelphia sea un contendiente real a la postemporada.
Al bate, el chico ha dado muestras aisladas de poder (cuatro jonrones) y oportunidad (14 remolques), mientras todavía busca aumentar su tasa de contacto para disminuir la cantidad de ponches, lo cual le permitirá, además, ganar puntos en su promedio de embasado. Dichas cuestiones son de relativa urgencia, porque a los receptores modernos se les exige un rendimiento decente con el madero, aunque las demandas son superiores en términos defensivos, cuestión que sí debe atender a toda velocidad uno de los talentos colombianos de MLB.
