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lunes, 4 de junio de 2018

Equilibrio de género laboral

Por javierpratts

De todos los trabajadores del mundo, más del 42 por ciento de ellos labora por su propia cuenta y como auxiliares de parientes en condiciones usualmente muy desfavorecidas y precarias lo cual incurre directamente y de manera particular en las mujeres, según un reciente informe del la Organización Internacional del Trabajo.

La proporción de ocupados en ambas categorías informales se elevó en los países en desarrollo y emergentes, cuando se registraron en el año en curso valores relativos de 76,4 y 46,2 por ciento, respectivamente. A pesar de tener rasgos comunes, la probabilidad de que las trabajadoras por cuenta propia amplíen sus actividades y ocupen un puesto de trabajo oficial son muy escasa, según las últimas graficas a escala global, la ocupación femenina total, representa solo es 1,7 por ciento con respecto al cuatro por ciento entre los hombres.

Además prevalecen notables diferencias en cuanto a la participación en el mercado laboral, en el año que transcurre la tasa mundial de participación femenina en actividades laborales es del 48,5 por ciento, lo que restado a la ocupación del hombre representa 26,5 puntos porcentuales menos que el otro género, según un estudio de la OIT. Estos niveles de desigualdad se encuentran presentes mayormente en África del norte, Asia meridional y los Estados árabes donde no parece surgir cambio alguno en el futuro cercano, a juzgar por el bajísimo nivel de las tasa de participación femenina en esas regiones.

Por otro lado, se destacó que en muchas naciones desarrolladas los índices de participación de las féminas van aumentando gradualmente acercándose a las de los hombres. Las brechas reducidas entre las tasa de participación corresponden a los países en desarrollo (11,8 puntos porcentuales en este año), y se espera que se mantengan invariables durante el periodo 2018-2021, como reflejo de la necesidad económica de buscar trabajo a causa de la pobreza y la falta de acceso a la protección social. Las complicaciones del empleo informal, presionan a hombres y mujeres a aceptar cualquier oportunidad de trabajo por tal de subsistir y alimentar a su familia. Es necesario que la comunidad internacional se sume a esta ardua tarea para lograr el equilibrio entre hombres y mujeres.