Su padre está momificado en un museo
La historia es un poco macabra, pero es la más pura realidad. Leidy Heredia viajó desde Francia hasta Colombia con el objetivo de conocer a sus familiares en su país suramericano y conocer a su papá en unas circunstancias un tanto “anormales”: su cuerpo momificado se exhibe en el Mausoleo de San Bernardo, en Cundiamarca.
La joven contactó a sus tíos a través de Facebook, pues quería conocer el paradero de su padre, de quien solo sabía el nombre. Para su sorpresa, supo que tenía una hermana y que su progenitor, ya fallecido, era una momia exhibida en un museo local.
Leidy nació en Chía, Cundiamaca, hace 36 años. De su padre no supo nada hasta su madre le reveló su nombre con 18 años. A esa edad abandonó la casa de su familia en Galapa, en el Atlántico, para ir a estudiar y vivir con su tía en Niza, Francia. Sin embargo, nunca encontró la tranquilidad con respecto a su padre, de hecho, soñaba recurrentemente con un señor flaco y descalzo.
Finalmente se decidió a localizarlo a través de las redes sociales y contactó con un tío paterno, que le explicó que su progenitor ya había fallecido. Sin embargo, la mala noticia venía acompañada de otra buena: tenía una hermana solo dos años menor que ella que aún vivía en Colombia. Las muchachas se conocieron y de inmediato se hicieron pruebas de ADN para comprobar su parentesco.
Recientemente Leidy pudo visitar a su padre, Jorge Cruz, cuyos restos mortales descansan el Masoleo del municipio colombiano desde hace un año y fue asesinado hace 12 de una puñalada en el corazón. El cuerpo está rodeado por momias con muchos más años que él y se desconoce la razón por las cuales se han conservado, algunas hasta cinco décadas, de manera natural. Es precisamente ese el atractivo turístico de San Bernardo.
Sobre ese fenómeno, los científicos han explicado que probablemente se relaciona con la composición química del suelo, el cual tiene propiedades que impiden la descomposición de los cadáveres. Vale destacar que, desde 1963 hasta la fecha, se han encontrado 150 momias perfectamente conservadas en ese lugar.
Lo cierto es que para esta joven, así como para la familia del fallecido, verlo en esas condiciones no es algo muy placentero. Incluso, en la primera exhumación del cadáver, los parientes se negaron a exhibir el cuerpo en el museo, más, luego de cinco años, lo volvieron a sacar y estaba intacto. Fue en ese entonces que entendieron el valor de los restos mortales de Jorge.
