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viernes, 18 de mayo de 2018

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra memoria?

Por DianaLeon

Normalmente cuando queremos aprender algo nos esforzamos al máximo el mayor tiempo posible. Sin embargo, un nuevo estudio señala que lo mejor para afianzar los conocimientos no es sólo durante el sueño, sino que un simple reposo de unos 10 a 15 minutos también es útil para lograr que recordemos mejor lo que recién hemos aprendido.

Estamos acostumbrados a trabajar arduamente y hacer a nuestro cerebro esforzarse cuando necesitamos o queremos memorizar algo nuevo, pues asumimos que será más fácil si ponemos más empeño en ello. Sin embargo, de acuerdo con el consejo de especialistas, lo más efectivo parece ser todo lo contrario: realizar una pausa en la que no hagamos nada. Y es que señalan que hacer una pausa de unos 15 minutos en la que nos relajemos incide en que podamos recordar mucho mejor lo que acabamos de aprender que si hubiéramos intentado seguir estudiando durante ese tiempo.

Las nuevas investigaciones apuntan a una interferencia mínima durante estas pausas de descanso, evitando cualquier actividad que pueda afectar a formar memorias.

En nuestra práctica diaria es probable que nos hallamos percatado que afianzamos mejor los conocimientos luego de un descanso. Y estos beneficios fueron documentados desde 1900 por el psicólogo alemán Georg Elias Müller y su estudiante Alfons Pilzecker. Estos determinaron que nuestra memoria de información recién aprendida es especialmente frágil cuando acabamos de codificarla, por lo que es susceptible de sufrir interferencias si recibimos nueva información.

Otro estudio realizado principios de la década del 2000 por Sergio Della Sala, investigador de la Universidad de Edimburgo y Nelson Cowan, de la Universidad de Misuri, reforzó las implicaciones de ese hallazgo, quienes probaron la eficacia de reducir la interferencia para mejorar la memoria de los pacientes que habían sufrido daño neurológico.

Aunque se desconoce el mecanismo exacto por el cual el descanso parece ser beneficioso, los especialistas plantean que algunas de sus claves están en cómo se forman las memorias. Se conoce que cuando se codifican pasan por un período de consolidación y se guardan por largo plazo. Los especialistas solían creer que esto ocurría principalmente en el sueño, pues es donde se intensifican la comunicación entre el hipocampo y la corteza cerebral. Pero un estudio de 2010 de Lila Davachi, investigadora de la Universidad de Nueva York, descubrió que ocurría también cuando estábamos despiertos, descansando.

Es por ello que los expertos coinciden en que programar períodos de descanso regulares y sin distracciones es favorable para recordar material nuevo más firmemente.