James se queda a un paso de la final de Champions
James Rodríguez lideró al Bayern de Múnich en su asalto al Santiago Bernabéu, pero finalmente el club bávaro solo consiguió un empate a dos dianas y no pudo avanzar a la discusión del cetro de la Liga de Campeones, evento en el que han sido eliminados cinco veces consecutivas por clubes españoles en semis
El mediocampista colombiano fue el referente de los alemanes en su regreso a la casa de los merengues, donde jugó en las pasadas tres campañas. James demostró toda su calidad en la conducción del juego, supo poner calma, crear y filtrar balones ante el desconcierto de la última línea madridista, y también llegó con mucho peligro al área rival. Frente a Keylor Navas, el gran héroe de la noche para el Real, se plantó varias veces el 10 de la selección cafetera, y esa insistencia le permitió marcar el empate a dos en el segundo tiempo, colocando a los suyos a un gol de la clasificación.
Muy por debajo de su nivel se mostraron Robert Lewandowski y Thomas Muller, mientras Frank Ribery no fue el mismo del choque de ida, factores que incidieron en la mala fortuna del Bayern. No obstante, los alemanes arrinconaron al Madrid, con mucha profundidad por las bandas con el recuperado Alaba y Joshua Kimmich, quienes lanzaron un sinfín de centros con enorme peligro y habilitaron a los delanteros en varias jugadas claras de gol. Una de ellas la liquidó James para igualar las acciones a falta de media hora, escenario ideal para que los alemanes remataran y dejaran sin efectos los dos tantos merengues, a la cuenta de Karim Benzema.
Sin embargo, los empeños de James y el Bayern se estrellaron contra el muro del meta costarricense, absolutamente infranqueable en ocasiones muy claras. El colombiano aseguró que habían estado muy cerca con un gran partido, pero no se dio el resultado ideal, y añadió que si el Madrid estaba en la final es porque hizo cosas buenas. James fue sustituido en el minuto 83 y fue ovacionado por el Bernabéu, que reconoció su desempeño y respeto, pues cuando marcó no celebró en lo más mínimo y pidió perdón a la afición. Ese gesto, según comentó después, se debió a los años que estuvo en el club blanco, donde fue feliz.
En términos generales, el Bayern fue el mejor equipo de la serie, pero su falta de puntería (muy marcada para la calidad de los atacantes) y sus excesivas concesiones defensivas lo enterraron ante el peor Madrid del último lustro. A los blancos les faltó intensidad en distintos tramos de la eliminatoria, sus piezas defensivas no se agruparon y mostraron demasiado nerviosismo, mientras los jugadores ofensivos también dejaron escapar oportunidades que hubieran evitado tanto sufrimiento de sus parciales. No obstante, las cuatro ocasiones que sentenciaron frente al endeble meta Sven Ulreich fueron suficientes para avanzar a su tercera final consecutiva y la cuarta en los últimos cinco años, rendimiento espectacular que prueba la eterna relación de amor del club con la competición.
