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martes, 8 de mayo de 2018

Colombia se alza con una nueva youtuber

Por Mia

Con un evidente acento vallecaucano y una personalidad impetuosa, es imposible no contagiarse de la energía de la youtuber Andrea Marmolejo. Donde quiera que se encuentre irradia alegría, además de la firmeza que transmite en su canal. Su éxito en redes sociales se debe a la constancia y disciplina, de ahí que llegue a este mes de mayo con más de trescientos mil seguidores en Instagram.

Hace apenas cuatro meses, con tan solo 26 años, Andrea Marmolejo abrió su canal de YouTube, que cuenta con más de dieciocho mil suscriptores. En él, la youtuber expone secciones de viajes, consejos, rutinas y ocurrencias sobre la vida y los hombres en general.

Andrea estudió Comunicación social en la Universidad Autónoma de Cali. Al llegar al décimo semestre realizó sus prácticas profesionales en Buenos Aires, Argentina. Según afirma Andrea este fue el comienzo de todo, subrayando: “Allí comenzó toda la locura de grabar videos para redes sociales, y empecé imitando acentos de otros países”. Lo que para ella inició siendo un pasatiempo poco a poco se fue convirtiendo en un estilo de vida. “Toda la vida me ha encantado viajar. Me siento como una hippie mochilera, tanto que mi mamá dice que parezco gitana. Andaba con dos maletas de país en país, Paraguay, Uruguay,

España, Francia, entre otros. Recorriendo calles desconocidas que me llevaban a descubrir nuevas y divertidas aventuras”. Cuando la vallecaucana sintió que había terminado su ciclo de viajera, regresó a Colombia. Para el año 2016 se hizo de una nueva aventura, no existían oportunidades de trabajo y su estado financiero iba decayendo, por lo que se lanza a protagonizar videos. Respecto al tema Andrea señala: “Nadie me daba trabajo, aunque sabía que tenía talento. Entonces decidí grabar videos cómicos en Instagram. Me daban miedo las críticas, pero era ahora o nunca”.

Para la colombiana fue sumamente difícil comenzar porque no contaba con mucho dinero. Incluso ha llegado a confesar que en inicios dormía en un colchón prestado. Bastaron unos pocos vídeos para que comenzaran a aparecer contratos, y con ellos la firmas de trabajo. Su éxito se hace eminente, al punto que la propia Andrea lo reconoce: “Sé que soy exitosa, no por la fama, sino porque me despierto todos los días diciendo: ¡Qué delicia esta vida que tengo, amo lo que hago, y no tengo jefe!”.