Una condena demasiado pequeña por haber asesinado a cuatro
Hace poco más de tres años, el 2 de diciembre de 2014, un accidente de automóviles ocurrió en la autopista Norte con calle 134, localizada dentro de la ciudad de Bogotá. En ese suceso fallecieron José del Carmen Moreno y su esposo Idelfonso Naranjo, quienes además iban acompañados de los hijos de la mujer, César Augusto y María Marlén, ambos menores de edad. Sin demora, la opinión pública señaló causante del catastrófico evento: Ernesto Manzanera Mier, quien se hallaba un alto estado de embriaguez y estrelló su coche con la camioneta, en la cual esa familia viajaba a la capital desde sus respectivos municipios de origen: Úmbita y Santa Sofía.
A pesar de ello, la condena judicial no fue del todo inmediata. Solo cuatro años después un juez del quinto distrito condenó a Manzanera. Sin embargo, la decisión administrativa tampoco ha sido acogida con buen agrado por parte de los familiares de las víctimas. El victimario solo cumplirá cuatro años de prisión domiciliaria y no podrá sentarse al frente de un volante durante 75 meses, lo cual se corresponde aproximadamente con seis años y dos meses.
El letrado también reguló que Manzanera, quien se desempeñaba como co-piloto de aviones, deberá pagar una multa de 41.66 salarios con la constatación de la legalidad mínima vigente en Colombia, además de los 50 meses encerrado en su propio hogar. Así mismo, la condena que se imprimió en la Fiscalía fue por el delito de homicidio culposo.
Edilberto Sánchez, vocero de los familiares de las víctimas, dijo que consideraba muy corta la condena del acusado para todos los daños emocionales que había causado. Sánchez también reconoció que los abogados de los familiares afectados habían llegado a un acuerdo económico con los representantes de Manzanera, pero que aun así el tiempo de encarcelamiento era realmente ínfimo.
“Para mí, todo pareciera que le dieron un permiso. No me siento conforme. Fue demasiado el daño que ha hecho, y no es justo”, afirmó el vocero. La indemnización pautada por el juez fue de mil 400 millones de pesos colombianos. Pero, de acuerdo con los documentos presentados ante el proceso judicial, la aseguradora del delincuente respondió económicamente por las muertes.
Manzanera había sido dejado en libertad provisional desde 2016, cuando otro letrado argumento que se había vencido su condena por exceso de término y falta de pruebas. En aquella oportunidad, los abogados defensores del co-piloto sustentaron que el acusado había estado incapacitado por 90 días, luego de padecer serios problemas psiquiátricos. Según esa alegación, el delincuente debía de ser liberado por deferencias a su situación médica. El fiscal responsable del caso delictivo se mostró airado e inconforme. Sin embargo, él mismo pudo firmar la preclusión de búsqueda y captura del acusado en abril de este propio año.
Luego de las aletargadas pesquisas, la investigación constató que Manzanera conducía a exceso de velocidad y que tras el incidente, el victimario huyó sin prestar ningún tipo de ayuda a los cuatro miembros de la familia. La defensa alegó que el acusado entro en un estado tan grave de conmoción que no supo cómo reaccionar ante lo ocurrido. Hasta el momento, esa versión no ha podido ser comprobada, por lo cual fue desestimada. Además, se comprobó el alto estado de alcohol del delincuente en el instante en que impactó la camioneta. El conductor ni siquiera se presentó a la vista judicial en la que fue condenado este martes. Su defensor señaló que estaba en una aguda crisis de gastroenteritis.
Sobre ello, Edilberto Sánchez considera que también pude ser una vil mentira, pues el juicio ha estado marcado por otras irregularidades. “A nosotros ni siquiera nos citaron a la audiencia judicial. Tampoco llamaron a nuestro abogado para notificarle la decisión. Pareciera que han tratado de hacerlo todo a nuestras espaldas. Pero vamos a apelar contra la decisión del juez. Dejaron a Manzanera en libertad prácticamente, lo cual es muy grave”, expresó enérgicamente el vocero y representante póstumo de las víctimas.
