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lunes, 23 de abril de 2018

Presidente nuevo, mismo proyecto

Por Manolo

Lo que era una noticia anunciada desde hace tiempo se concretó el pasado jueves 19 de abril, fecha en la que Miguel Díaz-Canel Bermúdez sustituyó oficialmente al frente de gobierno cubano a Raúl Castro Ruz. El cambio, que muchos ya tenían como seguro, fua la forma de entregar el batón generacional de la Revolución Cubana a los nacidos luego de 1959, en un contexto mediado por “avances en la actualización del modelo económico y social”, según expresó el recientemente elegido nuevo jefe de Estado. Asimismo, el recién elegido presidente, declaró su agradecimiento a todos los predecesores que como mentores lo ayudaron a convertirse hoy en el líder de la nación.

Lo que era un secreto a voces quedó confirmado este jueves, día en que Miguel Díaz-Canel Bermúdez sustituyó oficialmente al frente de gobierno cubano al general de ejército Raúl Castro Ruz. El cambio, que muchos esperaban, busca entregar el batón generacional de la Revolución Cubana a los nacidos luego de 1959, en un contexto mediado por “avances en la actualización del modelo económico y social”, según expresó el recientemente elegido nuevo jefe de Estado.

Díaz-Canel pronunció estas palabras en frente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Parlamento unicameral cubano, durante el acto en el cual asumió el cargo de presidente. Esto ocurrió poco después de que se hicieran públicos los resultados de la votación efectuada este miércoles, en la que él era el único candidato a presidir el Consejo de Estado, máximo órgano gubernamental de la nación cubana.

En los comicios, el nuevo presidente recibió un 99,83 por ciento de los votos, lo que equivale a que le hayan respaldado exactamente 603 de los 604 diputados que forman parte de la Asamble. También fueron ratificados el resto de los miembros del Consejo de Estado: Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente y Homero Acosta en el rol de secretario ejecutivo.

Tales resultados fueron recibidos de muy buena manera por parte de los parlamentarios, quienes rindieron un largo homenaje en forma de ovación a quien hasta la fecha se desempeñaba como segundo al mando del Estado cubano. Precisamente el “jefe” saliente, Raúl Castro, fue uno de los que lo congratuló con un abrazo y un fuerte apretón de manos.

En su intervención, el nuevo presidente de la isla caribeña, tuvo unas palabras en señal de tributo a la generación que ahora le entrega el batón. Al referirse a sus predecesores, declaró: “Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario”.

Asimismo, al hablar de Raúl, dijo que seguirá al frente de las decisiones de más trascendencia para el ahora y el mañana de su nación. De momento, el único hermano varón de Fidel Castro que aun vive, se mantendrá al frente del Partido Comunista de Cuba hasta 2021, incluso aunque no forme parte del Consejo de Estado.

“Con firmeza, sin apego a los cargos, con serenidad, madurez, confianza y firmeza revolucionaria, se mantiene por legitimidad y mérito propio al frente de la vanguardia política”, refirió Díaz-Canel acerca de su mentor, sobre quien agregó que “Es el mejor discípulo de Fidel, pero también ha aportado valores a la labor revolucionaria, al partido y al perfeccionamiento del gobierno”.

Igualmente, dedicó unas palabras de agradecimiento a otro histórico revolucionario, en este caso José Ramón Machado Ventura, quien también se retira de las altas esferas ejecutivas de la Isla, tras décadas en cargos de máxima responsabilidad.

La palabra con la que podría describirse la gestión que recién empieza al frente del gobierno, podría ser entrega. “Vengo a trabajar, no vengo a prometer”, dijo el nuevo mandatario , quien a su vez ha señalado la enorme necesidad de reformas en el plano económico.

Con esa misma convicción, descartó totalmente cualquier tipo de cambio en materia política, alegando que el país “no negociará sus principios”, lo cual ratifico cuando dijo que “la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía e independencia”.

En otra parte de su intervención, y a pesar de no referirse expresamente a sus “vecinos” estadounidenses, con los cuales la situación vuelve a ser tan tensa como antes de la reanudación de las relaciones diplomáticas, Díaz-Canel expresó que cualquier cambio que pueda suceder en el futuro de la Isla, es enteramente decisión de su pueblo.