Mina reaparece con el Barcelona
Solo tres días antes de la final de la Copa del Rey ante el Sevilla, Ernesto Valverde, técnico del Barcelona, dio finalmente una oportunidad en el once titular al central colombiano Yerry Mina, quien había estado ausente de las convocatorias en las últimas semanas. Sin dudarlo, el mentor de los catalanes reservó a sus piezas habituales de cara a la discusión del título copero, lo cual abrió una ventana para Mina, quien tuvo un rendimiento positivo.
El defensor cafetero, quien se unió a las filas azulgranas en el pasado mercado invernal, formó pareja con el belga Thomas Vermaelen, una dupla inédita en el centro de la zaga culé, aunque ese detalle no les impidió rubricar un partido correcto en términos generales. Mina fue referente en la última línea por su altura y velocidad en los piques, que le permitió cortar algunos balones de mucho peligro, sin obviar que se mantuvo firme en varias jugadas directas contra Iago Aspas y Maxi Gómez, los dos tiburones del ataque gallego. Aspas volvió a incordiar a todo el Barcelona con su toque sutil, su rapidez en campo abierto, su visión y su capacidad de regate, cualidades que pusieron contra las cuerdas a Ter Stegen, de nuevo salvador de Valverde.
Mina, si bien mostró una buena forma pese a tanto tiempo sin jugar, cometió un error de marca en el primer gol del Celta anotado por Jonny, quien se anticipó al central cafetero tras un balón colgado desde la banda derecha. Por lo demás, Yerry dio una imagen positiva, sobre todo cuando el Barcelona se quedó con uno menos por la expulsión de Sergi Roberto a 20 minutos del final. En esa situación, el colombiano aguantó junto a Vermaelen el vendaval del plantel celeste para beneplácito de la alta cúpula azulgrana, sorprendida por el nivel de compenetración de dos defensores poco habituales en los onces regulares de Valverde.
Este puede ser un paso importante para el despegue de Mina en el final de la temporada. Con total seguridad y salvo sorpresa, el colombiano no jugará en la final de Copa contra el Sevilla, pero en el resto de los compromisos ligueros, ya con el título en el bolsillo y casi sin rivales de consideración (salvo el Real Madrid), la dirección culé podría valorar la inclusión de Yerry, en aras de evaluar su rendimiento en partidos reales y disponer así de más elementos antes de tomar la decisión de cederlo o contar con él desde el primer momento de la venidera temporada. De momento, y pese al empate en Balaídos, Yerry vive en una nube, pues ha sido partícipe directo del récord del Barcelona, club que ha logrado eslabonar una cadena de 40 partidos consecutivos sin perder en La Liga.
