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miércoles, 25 de abril de 2018

Márquez y Santrich: ¿Abandono o precaución?

Por Manolo

Iván Márquez, ex miembro del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y del Ejército del Pueblo (FARC-EP) y también comandante del denominado Bloque Caribe de esa organización, notificó a las autoridades colombinas su traslado hacía zonas territoriales del sur del país, con la intención de contribuir a la desmovilización de varios antiguos combatientes.

Márquez escogió como destino momentáneo la localidad de Miravalle, perteneciente al departamento de Caquetá. La policía de Colombia y la Unidad Nacional de Protección aceptó su anuncio y permitió el movimiento transferencia del actual líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, frente surgido tras firma de la paz entre el ente paramilitar y el gobierno.

 

Márquez inició los trámites para hacer efectiva su decisión luego de que el Tribunal Supremo de la nación suramericana no otorgara el pedido de “habeas corpus” a su compañero Jesús Santrich. El miembro del partido emergido de la desintegrada FARC-EP se encuentra detenido desde el pasado 9 de abril bajo presuntos cargos de narcotráfico. Santrich fue capturado bajo orden de la Fiscalía de Colombia, como contesta a una orden de la Interpol.

Veinticuatro horas antes, un juez del estado de Nueva York, en los Estados Unidos, había emitido también una orden de captura para el antiguo dirigente de las FARC-EP. Las pruebas contra Santrich aseguran que el ex-líder paramilitar orquestó un envió de más de diez toneladas de drogas, fundamentalmente cocaína, valorada en cerca de 15 millones de dólares. El ilegal alijo llegó presuntamente a los Estados Unidos siguiendo detalladamente los pasos del acusado.

La solicitud de detención también incluyó la incautación de los bienes de Santrich, así como la salvaguarda y custodia de todos los dispositivos electrónicos como móviles, tablets, computadoras o discos externos de información. El objetivo era retener todos los aparatos con capacidad de almacenamiento que estuvieran en posesión del antiguo guerrillero. El actual miembro del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común rechazó de manera categórica la medida judicial. La mayoría de sus compañeros en la organización política también se opusieron a la medida y tacharon de montaje todas las acciones gubernamentales.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró a los medios de prensa de todo el país que si existen evidencias concluyentes contra Santrich. De acuerdo con el dignatario, la gravedad de las acciones del ahora político es máxima. Supuestamente, el envío de drogas a los Estados Unidos fue fraguado luego de la firma de los acuerdos de paz entre la apaciguada y anteriormente más grande guerrilla paramilitar de la nación y el gobierno. Esto generó aún más revuelo que la intempestiva detención del líder opositor.

La partida de Iván Márquez ha dejado un mal sabor entre aquellos que observan cuidadosamente los movimientos de los ex-miembros de las FARC-EP, ya sea para críticas o para brindarles su apoyo. Para algunos, el viaje pudiera ser considerado una declaración de culpabilidad e intentan buscar indicios de que el líder político pudiera estar involucrado con el alijo de drogas. Mientras, otros opinan que el traslado no es más que una estrategia de precaución para evitar que la imagen de Márquez se vea empañada por las acciones ilegales de Santrich. En cualquier caso, la declaración de Iván Márquez a las fuerzas del orden es concisa y muestra con claridad objetivos plausibles de ser probados por aquellos que especulan al respecto.

“Debido a la escasez de certezas respecto a la situación que hoy afrontamos yo y los miembros de mi partido, tomó la decisión de reubicarme de modo temporal en la región de Miravalle, al sur del país. Desde ahí pretendo continuar con mis compromisos con la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo de Paz (CSIVI) y proseguir con el apoyo a los procesos de reincorporación”, son algunas de las palabras textuales que pueden apreciarse en el documento oficial.