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lunes, 9 de abril de 2018

Lima, a la espera de la Cumbre de las Américas

Por javierpratts

Lima, capital peruana actualmente se prepara para acoger en este mes de abril, uno de los eventos políticos más importantes de la región: la octava edición de la Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos, ambas citas que se desarrollan paralelamente. Un evento en el que se debatirán cuestiones importantes que atañen a los países latinoamericanos.

Todo ello, en medio de una de las peores crisis políticas que enfrenta Perú, provocada por situaciones de corrupción en las esferas más altas del gobierno, razones fundamentales que llevó a la renuncia del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski. Mientras, se pronostica la derecha política de la región pretende poner en marcha una contraofensiva que va en contra de los intereses de la población latinoamericana y Caribeña. Son temas que serán posiblemente una de las cuestiones de debate fundamental en la venidera cumbre.

Perú también experimenta una serie de protestas sociales que exigen medidas contra la corrupción política y además una mejora de las condiciones laborales y salariales, además del aumento del presupuesto en diversos sectores sociales y el desarrollo del mercado interno, de acuerdo a los indicado por Resumen Latinoamericano. ‘’las protestas son también en contra de las actividades contaminantes de las mineras transnacionales, por el pago de utilidades justas para los trabajadores mineros, contra la importación de productos agrícolas que produce el campesinado peruano y por el aumento del presupuesto del sector de educación’’, asegura la fuente.

Por su parte la Cumbre de los Pueblos mantiene un lema que versa de la siguiente forma: ‘’frente a la ofensiva imperialista e intervencionista de parte del gobierno norteamericano dirigido por Donald Trump, asumimos la defensa de la soberanía nacional y de una integración regional con voz propia’’, teniendo en cuenta la necesidad de unificar a los países de América Latina frente a un enemigo común, en este caso Estados Unidos, que concibe al resto del continente como ‘su patio trasero’. Las políticas injerencistas así como también las medidas proteccionistas que mantiene el gobierno estadounidense con diferentes países de la región como Cuba, que se encuentra desde hace muchos años bajo las consecuencias de un bloqueo económico que afecta considerablemente la economía del país.