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miércoles, 25 de abril de 2018

La dieta que puede alargar la vida

Por EvelynR

Diferentes experimentos han demostrado que comer poco puede alargar la vida y mejorar su calidad. El más reciente de estos fue hecho por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas y tuvieron como animal de prueba al lémur ratón gris, que posee similitudes fisiológicas con los humanos. Aquí les dejamos los detalles de los resultados de aplicar una restricción calórica en estos animales.

Las advertencias y recomendaciones que se hacen sobre una dieta balanceada y sobre regular la cantidad de comida que consumimos tienen basamentos científicos demostrados. Por ejemplo, varios experimentos han demostrado que comer poco influye en alargar la vida y mejorar su calidad. Estos fueron hechos en monos, que sometidos a una dieta de restricción calórica prolongaban su vida y sufrían menos patologías relacionadas con la edad. Sin embargo, el estudio tuvo cierta controversia, por lo que volvió a repetirse de forma ampliada obteniendo similares resultados.

Este nuevo ensayo fue desarrollado por un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), de Francia. Las evaluaciones de los beneficios de la restricción calórica se hicieron en otro tipo de pequeño primate: el lémur ratón gris.

En esta especie la longevidad puede llegar a los doce años (en los macacos es de 40), por eso los científicos creen que es un modelo muy bueno para el estudio del envejecimiento. Además, el lémur ratón gris tiene muchas similitudes fisiológicas con los humanos.

En el estudio, los científicos pusieron a dieta a un grupo de lémures al comienzo de su adultez, con un 30 por ciento menos de calorías que otro grupo con una alimentación normal. Luego de 10 años analizaron sus tasas de supervivencia y las posibles alteraciones vinculadas a la edad. El primer resultado fue que, comparados con los animales en el grupo de control, la esperanza de vida de los lémures sujetos a restricción calórica aumentó en casi un 50 por ciento. Su edad media de supervivencia fue de 9,6 años, mientras que la de los lémures que comieron lo que quisieron fue de 6,4 años. En ese sentido, la revista «Nature Communications» señala que esta es la primera vez que los científicos observaron que la esperanza de vida máxima había aumentado entre los primates.

Además de ese efecto beneficioso, también se observaron la preservación de las capacidades motoras, sin alteración del rendimiento cognitivo, y una reducción en la incidencia de patologías asociadas con el envejecimiento, como el cáncer o la diabetes.

Como resultado comprobable a simple vista, los lémures con restricción calórica presentan las características morfológicas de un animal más joven, mientras que los del grupo de control tienen características vistas frecuentemente entre ejemplares ancianos, como cataratas y blanqueamiento de la piel.

Por su parte, los datos de imágenes cerebrales obtenidos de los animales de más edad a dieta indican una ligera pérdida de materia gris (cuerpos celulares neuronales), un efecto que aún no han explicado los investigadores, además de una atrofia significativamente más lenta de la sustancia blanca (las fibras neuronales que conectan diferentes áreas del cerebro). En general esto indica que los animales a dieta cumplieron más años de forma más saludable.

En conclusión, de acuerdo con los resultados, la restricción calórica crónica es actualmente la manera más efectiva de extender la vida máxima y retrasar el proceso de envejecimiento en un primate no humano.

Los próximos pasos de investigación son asociar la restricción calórica crónica con otro parámetro como el ejercicio físico, encaminado a extender aún más los límites superiores de la esperanza de vida. Aunque aún queda por ver si esto es aplicable y efectivo en los humanos.