Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

lunes, 23 de abril de 2018

La adicción al móvil es tan negativa como los opiáceos

Por DissyAM

Un estudio realizado por científicos de la Universidad Estatal de San Francisco (EE. UU.), y publicado recientemente por la revista NeuroRegulation, recoge que la adicción digital, ya sea respecto a un móvil, tableta u otro dispositivo electrónico, crea en el cerebro las mismas conexiones que los opiáceos, generando de igual forma sentimientos de soledad, aislamiento y depresión.

Hoy en día una buena parte de la población mundial no concibe cómo sería su vida sin la existencia de los teléfonos inteligentes, pues a través de ellos no solo es posible estar conectados e informados en todo momento, sino que se han convertido en herramientas que facilitan el trabajo y numerosos procesos de la cotidianidad. El problema radica, explican los expertos, en que muchas personas se han convertido en adictos a los sonidos, vibraciones y otras alertas de los dispositivos, incapaces de ignorar la aparición de nuevos correos electrónicos, textos e imágenes.

Sobre este fenómeno, una investigación liderada por Erik Peper y Richard Harvey afirma que el uso excesivo de teléfonos inteligentes es similar a cualquier otro tipo de abuso de sustancias, pues el cerebro comienza a formar conexiones neurológicas de la misma manera a como lo experimentan las personas que toman, por ejemplo, Oxicodona, un medicamento para el alivio del dolor.

Por otro lado, los científicos consideran que la adicción a las redes sociales puede tener un efecto negativo en la conexión social. Para apoyar este criterio, los investigadores realizaron una encuesta a 135 estudiantes del estado de San Francisco, en la cual salió a relucir que quienes usaban sus teléfonos con mayor frecuencia daban cuenta de niveles más altos aislamiento, soledad y ansiedad.

Además, esos mismos estudiantes denotaron que realizaban tareas múltiples mientras estudiaban, miraban otros medios, comían o asistían a clases, algo que ha resultado perjudicial a la larga, pues esa actividad constante deja poco tiempo para que los cuerpos y las mentes se relajen y regeneren.

Según publica el sitio Muy Interesante, los expertos advierten que la adicción digital es provocada por el deseo de la industria tecnológica de aumentar las ganancias corporativas. Las notificaciones automáticas, vibraciones y otras alertas en nuestros teléfonos y ordenadores, explican Erik Peper y Richard Harvey, nos hacen sentirnos obligados a mirarlos al activar las mismas vías neuronales en nuestros cerebros que una vez nos alertaron de un peligro inminente, como un ataque de un tigre u otro depredador grande. Ahora estamos secuestrados por esos mismos mecanismos que una vez nos protegieron, critican los expertos.

Sin embargo, no es una adicción sin retorno. El primer paso para acabar con ella, como en todas las adicciones, es entender el fenómeno y reconocer que las compañías tecnológicas están manipulando nuestras respuestas biológicas innatas al peligro; de ahí que lo más recomendable sería desactivar las notificaciones automáticas, responder únicamente al correo electrónico y las redes sociales en momentos específicos para centrarse en tareas importantes.