James Rodríguez tiene fecha de regreso al Bernabéu
La guinda de una temporada de ensueño para James Rodríguez puede llegar en las próximas jornadas. Luego de coronarse en la Bundesliga como uno de los ejes del Bayern de Munich, el colombiano podrá contribuir a que su equipo avance a la final de la Liga de Campeones en detrimento del Real Madrid, el rival inmediato de semifinales y su antiguo club, del que salió cedido el pasado verano.
Los caprichos del sorteo quisieron que bávaros y españoles se crucen de nuevo en una instancia decisiva, como sucedió el pasado año en cuartos de final y hace cuatro temporadas, en semifinales, cuando el Madrid de Carlo Ancellotti derrumbó el muro germano con un sonado 0-4 en el Allianz Arena. Pero mucho tiempo ha pasado desde aquella eliminatoria, y más tiempo aún desde otros triunfos blancos sobre el Bayern, también en semifinales en 1998 y el 2000.
Ahora, los alemanes llegarán a los partidos determinantes con un equipo más balanceado y profundo, y con marcada sed de venganza, pues muchos recuerdan que en el pasado curso la historia de su eliminatoria se torció por una injusta expulsión a Arturo Vidal en el choque de vuelta.
Además, ahora el Bayern tiene a James Rodríguez, el colombiano que por aquel entonces militaba en el Real Madrid, de donde salió en verano con rostro largo al no contar, según su perspectiva, con todas las ocasiones que merecía. Zinedine Zidane, técnico merengue, lo relegó al banquillo en partidos importantes e hizo prevalecer a la afamada y casi extinta BBC de Bale, Benzema y Cristiano, sin obviar que en el tramo final de la contienda Isco irrumpió como estrella del plantel, mientras James se debatía entre la apatía y el desgano por su inactividad. Todos esos factores incidieron para que el mediocampista cafetero saliera del Madrid molesto y con cierto rencor, sentimientos que deberá canalizar si quiere impresionar nuevamente al Bernabéu.
Su vuelta al feudo madridista será, sin duda alguna, uno de los elementos más mediáticos de un cruce, de por sí, con una historia exquisita, al punto de ser valorado como el gran Clásico de Europa. No les falta razón a quienes así lo llaman, pues Madrid y Bayern han medido la fortaleza de sus imperios en 24 ocasiones, siempre en la máxima competición continental, y el saldo no favorece a ninguno de los dos: once victorias por bando y par de empates. Así de igualado es el pulso, que escribirá un nuevo capítulo a las puertas de la final, a las puertas de la gloria.
