El Consejo de Seguridad de la ONU mira hacia Colombia
La actual situación de incremento de la violencia en la frontera entre Ecuador y Colombia, con secuestros, asesinatos y otras acciones; así como el abandono de Ecuador como garante y sede de las conversaciones de paz del gobierno colombiano con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), preocupan al Consejo de Seguridad de la ONU, donde este jueves se analiza el avance de la misión de verificación de Naciones Unidas en la nación cafetera, en presencia del vicepresidente Óscar Naranjo y la canciller María Ángela Holguín.
La sesión, donde se presentará un informe del secretario general, António Guterres, sobre el trabajo de ese equipo en el terreno, tiene como invitada también a la embajadora colombia na María Emma Mejía y en ella el representante especial de la ONU para Colombia , Jean Arnault, dará sus consideraciones sobre el trabajo de la misión.
De acuerdo con información dada a conocer por la representación de Colombia en la ONU, esta será una oportunidad para que los miembros del Consejo de Seguridad puedan compartir sus visiones sobre los retos de la implementación del Acuerdo de Paz, actualmente sometido a fuertes presiones y que puede tener repercusiones sobre las futuras negociaciones con el ELN.
La misión de verificación de la ONU surgió tras la firma de la paz en noviembre del 2016, alcanzada luego de unos cuatro años de diálogos en La Habana, Cuba. Fue entonces que el Consejo de Seguridad dio luz verde para certificar, desde ese organismo internacional, el cese al fuego y la entrega de armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (FARC-EP). Una vez concluida esa etapa, el gobierno colombiano solicitó la presencia de la ONU en el seguimiento al proceso de reincorporación de las FARC-EP a la sociedad y el desarrollo de medidas de protección y seguridad; por lo cual se aprobó una segunda misión.
Hoy, sin embargo, resulta evidente que la inseguridad, el resurgimiento de la violencia y el retraso en la reintegración de los exguerrilleros, resultan frenos al normal desempeño del proceso, como dijera el secretario general de la ONU en un informe divulgado el pasado 11 de abril. Guterres resaltó entonces que la incertidumbre sigue minando la confianza de los excombatientes en su reincorporación y en el propio proceso de paz, y recalcó que es fundamental que las medidas del gobierno se traduzcan en logros concretos en los espacios afectados por el conflicto y en algunos de los nuevos asentamientos creados específicamente para los exintegrantes de las FARC-EP. El asesinato de los excombatientes, los líderes sociales y la situación de inseguridad, añadió, se encuentran entre las situaciones más preocupantes y las principales amenazas para la paz.
