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martes, 17 de abril de 2018

Colombia quiere hacer historia en Barranquilla

Por Manolo

Para los colombianos hay muchas fechas importantes. Del 20 de julio, Día de la Independencia, al 7 de agosto, fecha de la gloriosa Batalla de Boyacá, podrían citarse muchas más, pero entre ellas estaría sin lugar a dudas el 11 de junio de 2014, momento cuando se conoció que la ciudad de Barranquilla sería, cuatro años más tarde, sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

La cita multideportiva regional, creada en 1926, tendría entonces en la Puerta de Oro de la nación su 23ra. edición, luego de que esa urbe de Atlántico se impusiera en las votaciones a las otras candidatas: la venezolana Puerto La Cruz y la itsmeña Ciudad Panamá.

Para los colombianos hay muchas fechas importantes, pero entre ellas está sin lugar a dudas el 11 de junio de 2014, día en el cual se conoció que la magnífica ciudad de Barranquilla sería cuatro años más tarde la sede oficial de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Esta cita multideportiva regional, creada en el lejano 1926, tendría entonces en la Puerta de Oro de la nación suramericana su 23ra. edición, luego de que la urbe cafetera lograra imponerse en un cerrado proceso de votaciones a las otras candidatas: Puerto La Cruz (Venezuela) y Ciudad Panamá.

Mucho ha llovido desde aquella elección, y ahora queda bien poco para que se encienda la llama centroamericana el próximo 19 de julio, momento a partir del cual la capital del departamento Atlántico y hasta cuatro subsedes más —Cali, Tubará, Bogotá y Puerto Colombia— serán el corazón deportivo de este continente.

Por demás, esta será la cuarta oportunidad en que Colombia será sede de tan importante evento, que ya la propia Barranquilla acogiera en 1946, seguida de Medellín en 1978 y más recientemente, de Cartagena de Indias en 2006.

Como dato curioso, durante estos juegos habrá un récord de asistencia, pues a las 31 naciones que estuvieron en Veracruz, se sumarán esta vez en calidad de invitadas, otras seis islas del Caribe: las debutantes Martinica y Guadalupe, más Curazao, Guayana Francesa, Sint Maarten, e Islas Turcas y Caicos.

Además, como es lógico, se prevé que haya una nueva marca en cuanto a la cantidad de participantes, que se estima oscile alrededor de los 5854 atletas, los cuales disputarán las 3040 medallas en un total de 470 pruebas, correspondientes a 36 disciplinas diferentes.

La cima como objetivo

Las autoridades deportivas de Colombia, más allá de la alegría por ser elegida su nación para celebrar los Juegos, decidieron trazarse también una ambiciosa —que no imposible— meta: ganar la batalla en el medallero, que históricamente ha sido dominado por Cuba, con 12 reinados (1930, 1946, 1970, 1974, 1978, 1982, 1986, 1990, 1994, 1998, 2006 y 2014) , y por México, dominador en otras 10 oportunidades (1926, 1935, 1938, 1950, 1954, 1959, 1962, 1966, 2002, 2010) .

En 2016, el presidente de la organización ColDeportes, Enrique Botero, declaró que es una aspiración a nivel de país lograr ese primer lugar, y explicó que este es un momento clave para realizar tal hazaña, ya que la localía es un factor clave, además de que existen mejores condiciones en el sistema deportivo —prueba de lo cual fue el quinto puesto de los Panamericanos de Toronto 2015— que permiten soñar en grande.

En el último ciclo competitivo, el deporte colombiano ha dado un enorme salto de calidad y de resultados, pues además de colocarse un puesto por delante de México en los PanAm celebrados hace tres años en territorio canadiense, igualmente logro tres preciosos títulos en Río de Janeiro 2016, mientras que los aztecas se fueron en blanco.

Hasta la fecha, el lugar más cercano a la cima que ha logrado la nación suramericana, es el tercer puesto, actuación repetida en 18 ocasiones. No obstante, al ser sede esta vez, será su turno para sacar, cuando menos, una ligera ventaja.

Como es tradición, al igual que todos los anfitriones, los cafeteros pueden y han creado un calendario a su conveniencia, en donde han agregado hasta 50 nuevos eventos que en su mayoría deben dominar.

Claro que también ha sido determinante para la organización de estos juegos el presupuesto destinado por el Gobierno como apoyo al Comité Olímpico y a Coldeportes. Gracias a este impulso económico, los deportistas colombianos han tenido la oportunidad no solo de contar con medios de última generación para prepararse, sino también de la cantidad necesaria de topes foráneos con la meta de crecer y perfeccionar su forma atlética.

Entre los factores que han propiciado el surgimiento de estrellas internacionales como la ciclista de BMX y doble campeona olímpica Mariana Pajón, la doble titular de orbe en triple salto Caterine Ibargüen o la judoca Yuri Alvear, plata y bronce en Londres 2012 y en Río 2016, respectivamente, se hallan la realización de los Juegos Deportivos Nacionales, el desarrollo de la infraestructura o la Ley del Deporte apoyada por el Congreso.

A menos de tres meses de que comience la fiesta deportiva en Barranquilla, las obras se encuentran en un estado avanzado, y aunque todavía no se concluyen los trabajo de remodelación y construcción en la mayoría de ellas, se estima que todo esté listo para el día de la arrancada. Mientras, Colombia se prepara para hacer historia.