Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 17 de marzo de 2018

Una improbable reunión puede convertirse en realidad

Por DianaLeon

El presidente estadounidense Donald Trump aceptó el jueves pasado una propuesta del titular de Corea del Norte para reunirse por primera vez. Para el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, sentar a ambos en una misma mesa representa un triunfo de las sanciones económica. Aunque Pence indicó que la campaña de máxima presión se mantendrá hasta que Corea del Norte tome medidas concretas y verificables para poner fin a su programa nuclear.

Las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, principalmente, se acrecentaron a las pruebas de misiles realizadas por el presidente norcoreano Kim Jong-Un el pasado año, y las sanciones impuestas a esa nación, impulsadas por el mandatario estadounidense Donald Trump.

Sin embargo, las tensiones parecen remitir y llevar, sorprendentemente al diálogo, pues el presidente Donald Trump aceptó el jueves pasado una propuesta del titular norcoreano para reunirse por primera vez.

Para el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, sentar a Kim Jong-Un en una misma mesa con Trump es un triunfo de las sanciones económica. Aunque, poco después del anuncio de la reunión bilateral entre ambos mandatarios, Pence indicó que la campaña de máxima presión continuará hasta que Corea del Norte tome medidas concretas, permanentes y verificables para poner fin a su programa nuclear.

El deshielo en las relaciones con Corea del Norte empezó a finales de 2017, cuando el mandatario norcoreano pidió en su discurso de fin de año que sus atletas pudieran participar en los Juegos Olímpicos de invierno que recién finalizaron en la vecina Corea del Sur.

El gobierno norcoreano envió 500 deportistas que desfilaron junto a sus colegas surcoreanos bajo la bandera de Corea en el acto de inauguración. Los Olímpicos fueron terreno para más cambios, pues también llegó un grupo de porristas, así como Kim Yo-jong, la hermana del mandatario norcoreano y la primera persona de la dinastía Kim en tocar suelo de Corea del Sur desde los 50.

Yo-jong regresó a Corea del Norte después de lograr que el presidente surcoreano Moon Jae-in accediera a encontrarse con su homólogo en abril. Además, parece que este acercamiento también fue obra de la hermana del líder norcoreano, pues en el avión que lo llevaba de regreso a Estados Unidos, Pence le dijo a un periodista del Washington Post que si la nación asiática quería, hablarían.

Tras el éxito de los primeros acercamientos, Corea del Sur envió una delegación que fue recibida por Kim Jong-Un en persona, y entre la que se encontraba el Consejero Nacional de Seguridad surcoreano, Chung Eui-yong. Este visitó esta semana la Casa Blanca llevando la invitación del premier norcoreano. Esto y el hecho de que Trump la aceptara fuero ingredientes de una de las noticias más inesperadas en lo que va de año.

En ese sentido, el analista Jefrey Lewis considera que el presidente de Corea del Norte no invita a Trump para entregarle armas norcoreanas, sino para demostrar que sus inversiones en armas nucleares y balísticas han obligado a Estados Unidos a tratarlo de igual a igual.

En eso coincide Evan Medeiros, ex asesor del presidente Obama, cuando señala que este encuentro le da a Kim Jung-Un un estatus de igualdad con el presidente estadounidense, fortaleciendo su intento de que la nación asiática sea reconocida como país nuclear de facto.