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viernes, 23 de marzo de 2018

El recluso que se fugó de un hospital de Cali

Por pratts23

Josélin Collazos Guerrero, recluso condenado por homicidio, es actualmente buscado por las autoridades colombianas. Collazos fue trasladado durante la mañana del martes a una cita médica en el hospital San Juan de Dios, ubicada en el centro de la capital del Valle del Cauca y se escapó del edificio a espaladas de la policía.

No se han reportado los detalles sobre en qué momento se perdió de vista al interno. Tan solo minutos después, los guardias del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) iniciaron la alerta sobre la desaparición del recluso Collazos Guerrero. La búsqueda fue inútil porque el hombre, al parecer, se escapó del centro asistencial y aprovechó la agitación diaria urbana que se presenta en el centro de Cali para huir de la zona y los alrededores. El interno, quien estaba bajo un proceso por hurto y porte ilegal de armas, había sido llevado a las instalaciones médicas hace cuatro días antes para someterse a un tratamiento para la epilepsia.

Collazos Guerrero se encontraba cumpliendo una condena de 19 años y cuatro meses por los delitos de homicidio y tráfico y portes de arma de fuego o municiones, que fuera expedida por el juzgado 22 penal del circuito de Santiago de Cali. Por su parte, el Inpec dio aviso a la central de la Policía, que contribuye en la búsqueda apoyada con las patrullas de los cuadrantes.

De acuerdo a lo reportado por medios locales, el hombre, originario de Bello, Antioquia, llevaba cinco años de condena en la cárcel de Jamundí. Este es el segundo caso que se presenta en este mismo hospital, donde un preso se fuga. El 25 de julio de 2016, Carlos Arturo Torres Cárdenas, de 21 años, logró evadir al guardia que lo custodiaba y escapó así de la institución médica.

Sin embargo, considero que los representantes y autoridades del instituto hospitalario, no debería tener responsabilidad alguna frente a estos hechos, es el trabajo de los guardias penitenciarios que trasladan a los reclusos, velar porque estos no se fuguen o lleven a cabo actos que atenten contra la integridad física de ellos mismos y de los demás. Además, se hace necesario igualmente la restauración del sistema de salud penitenciario con el objetivo de que no ocurran este tipo de incidentes y que se puedan atender un mayor número de trastornos médicos.