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jueves, 15 de febrero de 2018

Un pueblo para pacientes con demencia senil

Por DianaLeon

La demencia senil, en cualquiera de sus manifestaciones, es un padecimiento difícil de cuidar y de llevar, tanto para los que lo sufren como para sus familiares. Sin embargo, una nueva forma de ver y tratar la demencia parece aliviar sus efectos. En Weesp, al sudeste de Amsterdam, existe una comunidad cerrada de 23 edificios con parques, un teatro, un paseo comercial, un supermercado, un bar y un restaurante. Es una especie de suburbio llamado Hogeweyk, en el que viven 152 personas con un grado avanzado de demencia senil, ya sea por Alzheimer u otras enfermedades asociadas.

 

La demencia senil, en cualquiera de sus manifestaciones, es un padecimiento difícil de cuidar y de llevar, tanto para los que lo sufren como para sus familiares. Sin embargo, una nueva forma de ver y tratar la demencia parece aliviar sus efectos. En Weesp, al sudeste de Amsterdam, existe una comunidad cerrada de 23 edificios con parques, un teatro, un paseo comercial, un supermercado, un bar y un restaurante. Es una especie de suburbio llamado Hogeweyk, en el que viven 152 personas con un grado avanzado de demencia senil, ya sea por Alzheimer u otras enfermedades asociadas.

El pueblo es un geriátrico, pero nada lo revela: los dispositivos médicos están en el depósito del supermercado, o en las alacenas de los apartamentos, los profesionales de la salud están en toda la institución, pero ninguno lleva guardapolvo. Estas características permiten que los pacientes lleven sus vidas tranquilas, entretenidas y sin la violencia del entorno en los hospicios, que les quita sus rutinas cotidianas.

El poblado fue idea de Eloy van Hal, graduado de ciencias del consumo, que se dedica a productos e instituciones de salud desde 1997, tuvo la idea de dejar de confundir a la gente que ya está confundida, para mejorar el resultado de sus tratamientos.

En 1993, cuando Hogeweyk era un asilo, el 50 por ciento de los pacientes recibía medicación antipsicótica; mientras que en 2015, sólo el 8 por ciento, según informó The Economist. La nueva villa se puso en marcha en 2008 bajo conceptos de arquitectura y urbanismo encaminados a reproducir la vida del holandés medio.

En la actualidad, uno de cada 3 adultos mayores termina su vida con Alzheimer u otra forma de demencia senil. Unos 50 millones de personas padecen demencia, cifra que aumenta en cerca de 10 millones cada año. En ese contexto, el razonamiento del administrador de Hogeweyk es que todos los residentes del poblado necesitan tratamiento médico y todos tienen un grado avanzado de demencia, pero primero son una persona. Añadió que en la villa viven personas con demencia, no dementes.

La institución está concebida bajo la idea de que se pareciera a la normalidad, todo lo posible dadas las circunstancias, centrándose entonces en el bienestar del paciente, no la comodidad del trabajo del staff médico.

Arquitectos diseñaron el complejo de 23 casas en 4 diferentes estilos de vida: cosmopolita, amante de la naturaleza, de lujo y holandés tradicional, permitiendo que los pacientes escojan en cuál quieren vivir. En cada una de las unidades viven 6 o 7 residentes y una persona que los cuida, los acompaña a las actividades sociales, los ayuda a hacer las compras.

Este nexo entre la vida normal de una persona y sus últimos años padeciendo una enfermedad neurológica como la demencia es posible actualmente sólo en Holanda, pues el estado invierte altamente en la salud de sus ciudadanos. Con un costo de 6 mil euros mensuales por paciente, de los cuales sólo aquellos con recursos aportan el 40 por ciento. Holanda dedica 4,3 por ciento del PBI a la atención de las enfermedades crónicas.