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miércoles, 7 de febrero de 2018

¿Por qué no se avanza en la lucha contra el cáncer?

Por mestiza93

El tratamiento contra el cáncer más exitoso de los últimos 50 años constituye una prueba de que hemos estado buceando demasiado en las nimiedades de los problemas genéticos, sin tomar en cuenta el entorno hormonal del cáncer. Ello ejemplifica sobremanera el "reduccionismo descabellado" sobre el que tempranamente alertó Darwin: “si busca respuesta al por qué los embotellamientos suelen producirse a una determinada hora todos los días, continuará desconcertado tras haber reconstruido los procesos de dirección, frenado y aceleración de los numerosos conductores cuyas diversas trayectorias se han sumado para crear ese tráfico”.

Así, por más de 50 años se creyó que el cáncer era originado esencialmente por mutaciones genéticas, línea de pensamiento que no condujo prácticamente a ningún sitio. A medida que la investigación comenzó a repudiar los principios principales de la Teoría de la Mutación Somática (SMT, por sus siglas en inglés) de Cáncer, las hipótesis que competían llamaron la atención.

Como principal premisa del SMT se creía que el cáncer se deriva de una sola célula somática que ha acumulado un conjunto de mutaciones genéticas que le permiten convertirse en inmortal. Los principales genes causantes de cáncer se denominan oncogenes y genes supresores de tumores. Este es un caso clásico de no ver el bosque por concentrarse en los árboles individuales.

Si estás atrapado en medio de un bosque, sucede que todo lo que ves son árboles. Y ello no parece muy positivo porque son un montón de árboles como los que encuentras en tu patio trasero. Aquí hay un árbol. Aquí hay otro árbol. Aquí hay un tercer árbol. En cambio, si abres el espectro para ver la selva amazónica desde un helicóptero, entonces podrías apreciar la belleza de todo el bosque.

Pudiera entonces hacerse un paralelo entre ello y lo que ocurre con el SMT: los humanos, sobre todo los científicos, nos hemos acercado demasiado al cáncer, hasta la composición genética del cáncer y es un galimatías. De modo tal que no percibimos el origen del cáncer y no podemos avanzar hacia el tratamiento. Se han identificado más de 100 oncogenes y más de 15 genes supresores de tumores, pero no sabemos lo que significa todo en conjunto.

En lugar de tres hombres ciegos y un elefante, tenemos miles de investigadores ciegos y cáncer. Cada uno ve una pequeña y diminuta pieza del rompecabezas y no puede ver el todo.

Un cambio de filosofía al respecto resulta esencial si queremos que la humanidad deje atrás el cáncer y podamos "pasar a otra cosa".