Cuba entierra a Fidelito
Hoy las coronas de flores podían apreciarse sobre su tumba. Las rosas blancas fueron principalmente de parte de sus madre, Mirtha Díaz-Balart, sus hijos, nietos y sobrinos. El funeral se celebró ayer mismo en la capital cubana, con un homenaje póstumo en la sede de la Academia de Ciencias de Cuba, de la cual era vicepresidente al momento de su muerte, según se supo por el Nuevo Herald. Castro Díaz-Balart fue el único hiujo del matrimonio de Fidel Castro con Mirtha, nacido antes de los sucesos que desataron el triunfo de la Revolución cubana en 1959. A su muerte, era también asesor científico del Consejo de Estado de Cuba, el cual es el principal órgano de gobierno de la nación caribeña.
Fidel Castro Díaz-Balart, hijo mayor del expresidente de Cuba Fidel Castro que se quitara la vida el pasado jueves, fue enterrado en el panteón de la Academia de Ciencias de Cuba en el Cementerio de Colón de La Habana. Desde el lunes un discreto panteón de mármol negro custodia los restos mortales de “Fidelito”, reconocido físico nuclear de la isla caribeña.
Nula fue la presencia de la noticia entre los medios oficiales cubanos, dado el carácter íntimo y familiar del entierro, tal cual se anunciara en la nota oficial sobre el fallecimiento de Fidelito. Entretanto, Mariela Castro, hija del presidente cubano actual Raul Castro y prima del fallecido, agradeció en sus cuentas de Facebook y Twiter las muestras de condolencias recibidas por su familia tras la pérdida.
Castro Díaz-Balart fue el único hiujo del matrimonio de Fidel Castro con Mirtha, nacido antes de los sucesos que desataron el triunfo de la Revolución cubana en 1959. A su muerte, era también asesor científico del Consejo de Estado de Cuba, el cual es el principal órgano de gobierno de la nación caribeña.
Según se ha dejado saber en los medios oficiales como Granma y Juventud Rebelde, los principales de Cuba, “Fidelito” enfrentaba un “profundo estado depresivo”, por el que recibió tratamiento durante varios meses. Los informes oficiales cubanos señalan que “como parte de su tratamiento se requirió un régimen de hospitalización y luego se mantuvo con seguimiento ambulatorio durante su reincorporación social”.
Díaz-Balart, quien se suicidara el primero de febrero, fue el máximo responsable de la política nuclear de Cuba entre los años 1980 y 1992.
