Colombia e inseguridad
Colombia es uno de los países de América Latina con peor reputación en lo relativo a la seguridad del país, algo que se asocia en gran medida a las bandas del narcotráfico y a las disputas entre el Gobierno y la guerrilla. En un análisis de las estadísticas delictivas el pasado año, la inseguridad sigue creciendo en la nación.
Por ejemplo, aunque se registró una reducción en materia de homicidios, el hurto creció en algunas de las principales ciudades. Además, el atraco callejero, el raponazo (arrancar algo de un tirón y salir corriendo), el robo de vehículos y de celulares siguen generando un clima de inseguridad.
En ese sentido, en Cartagena el 65 por ciento de los ciudadanos cree que el atraco callejero es el mayor problema en seguridad y el 35 por ciento que las pandillas son el mayor flagelo. Así quedó reflejado en la última encuesta de 'Cartagena, Cómo Vamos'. Según la encuesta, la inseguridad afecta, en su mayoría, a los estratos 2 y 3. El 36 por ciento de los cartageneros se sienten inseguros en sus barrios, y el 45 por ciento en cualquier punto de la ciudad. Según el reporte, el 23 por ciento de los ciudadanos fue víctima de un delito en el último año.
La zona más peligrosa de la ciudad sigue siendo el cinturón de pobreza histórica en los extramuros de Cartagena, que lo conforman los barrios San Francisco, La María, La Candelaria y Olaya.
Otra ciudad que registró un importante incremento en inseguridad fue Santa Marta, donde el robo más usual en la ciudad en 2017 fue el hurto a personas, que pasó de 994 casos en 2016 a 2 044 en 2017, lo que representa un incremento del 105 por ciento.
La extorsión, tráfico de estupefacientes y otros aspectos vinculados a la actividad delictiva de las bandas criminales son factores que han generado un ambiente de inseguridad.
En Barranquilla, el delito que más golpea a la ciudad es el atraco callejero, en especial sectores como el norte, que concentra gran parte de la zona bancaria y comercial. Sin embargo, la Policía Metropolitana cuenta con 1 800 uniformados más que llegaron a reforzar la seguridad en la temporada de carnavales.
Juan Pablo Paredes, alto Consejero para la Seguridad de Cali, indicó que las autoridades siguen trabajando para intervenir la seguridad. Por su parte, el alcalde Maurice Armitage, reconoció que mientras los homicidios bajan, se ha disparado el robo a personas y a establecimientos comerciales. En solo hurtos a personas, hubo 14 507 casos el año pasado.
Otro fenómeno que ha impactado negativamente la percepción de seguridad en Cúcuta y su área metropolitana es el fenómeno migratorio que se experimenta por la entrada diaria de 50 mil personas a través de la frontera con Venezuela.
En 2017, la Policía adelantó 4 715 capturas, de las cuales 515 casos atañen a ciudadanos venezolanos, casi el doble de los 235 extranjeros involucrados en conductas delictivas en el 2016.
Otro aspecto que también genera preocupación es el número de armas incautadas en medio de la desarticulación de 37 bandas dedicadas al microtráfico y al hurto de diferentes artículos. Pues se decomisaron 637 elementos bélicos, lo que indica 103 más de los 534 allanados en 2016.
Según el coronel Javier Barrera, comandante de la Policía, han activado comandos especiales en la línea divisoria para atacar estos delitos que tienen alterada la tranquilidad en esa zona del país.
